Tras jurar como nuevo presidente del Consejo de Ministros, Salvador del Solar tendrá un gabinete paritario. (Foto: PCM)
Tras jurar como nuevo presidente del Consejo de Ministros, Salvador del Solar tendrá un gabinete paritario. (Foto: PCM)

NUEVO GABINETE. A días de cumplirse un año de su mandato, el presidente Martín Vizcarra tomó juramento a un nuevo presidente del Consejo de Ministros y con él, a un gabinete remozado, por lo menos en parte, pues se realizaron ocho cambios ministeriales.

Si bien desde el fin de semana ya se dejaba escuchar el nombre de Salvador del Solar, su nombramiento ha sorprendido en parte, debido a su poca experiencia política. Él mismo ha reconocido que asumir este cargo es el desafío más grande de su vida. Las primeras declaraciones del actual premier nos dan una breve idea de los puntos que harán parte de su nueva línea de acción: evitar la confrontación, pues no es lo que la ciudadanía quiere; diálogo para tender puentes; mejor comunicación para informar los problemas, pero también los avances, y una mirada a las acciones más allá de la corrupción.

Si bien su capacidad de comunicación ha sido destacada como una de las mayores virtudes de Del Solar —algo que le faltaba al premier Villanueva—, lo cierto es que eso no asegura, necesariamente, que pueda lograr consensos. Un sector del fujimorismo podría no olvidar que la salida del exministro de Cultura fue, justamente, por estar en contra del indulto a Alberto Fujimori. Además, la atomización de las bancadas en el Parlamento puede complicarle la posibilidad de tender puentes, sobre todo cuando desde el Frente Amplio se considera que el nombramiento de un premier “carismático” es para “defender las líneas políticas que ha dictado en todo el tiempo la Confiep”.

Tampoco será fácil cambiar la agenda del Gobierno, que ha estado centrada solo en la lucha contra la corrupción. Los peruanos tienen otras preocupaciones tan o más importantes y el nuevo premier parece consciente de eso al afirmar que las urgencias del país no se reducen a la corrupción y que se requiere concentrarse en otras áreas. Sin embargo, pasar del discurso a la acción puede no ser una tarea sencilla, más aún cuando todos demandan eficiencia.

Es verdad que con apenas tres días en el cargo no se le pueden pedir resultados que demuestren sus intenciones, pero Salvador del Solar debe ser consciente de que no tendrá “luna de miel”, y si bien tiene 30 días para presentar su plan de acción ante el Parlamento, debería tomarse mucho menos tiempo para presentarlo ante la ciudadanía. Como buen comunicador debe saber que es importante ser el primero en imponer la agenda. Que las buenas intenciones no ahoguen el trabajo del Gobierno.