NEGOCIOS. La posición más alta alcanzada por el Perú en el ranking Doing Business (DB) del Banco Mundial fue la 35. Sucedió en el correspondiente al 2015 –nos codeábamos con algunos países de la OCDE–. Desde entonces, solo hay caídas y el país afrontará en el 2020 en el puesto 76, ocho más abajo que en el DB del año anterior. Se podría decir que, a la luz de esta tendencia, cada vez se hace más difícil hacer negocios en el Perú, si se hace una comparación con otros de los 190 incluidos en el informe.

El DB solo evalúa la ciudad con mayor peso económico, salvo en once países en los que considera dos –entre ellos, China, Brasil y Estados Unidos–. El caso peruano es obvio. Según el MEF, Lima concentra el 44% del PBI y el 30% de la población nacional, pero cabría preguntarse cómo será de complicado el entorno para hacer negocios en el resto del país, sobre todo con las licencias y permisos municipales.

Hablando de alcaldes, el periodo anual del ranking cubrió hasta mayo de este año, lo que significa que analizó los últimos meses de los salientes y los primeros de los nuevos (o no tan nuevos). Con respecto a las mejoras que podría impulsar la legislación, ya sabemos cómo actuaba el disuelto Congreso en esa materia. El Poder Judicial también tiene un papel en la facilidad para hacer negocios, en lo concerniente al cumplimiento de contratos. Pero la mayor responsabilidad le corresponde al Gobierno nacional y sus entidades reguladoras y prestadoras de servicios, pues debiera ser el encargado de coordinar las acciones con los otros poderes del Estado.

Pero además de las posiciones, convendría ver el detalle de las puntuaciones, pues si bien el Perú cayó ocho puestos en apertura de un negocio (hasta el 133), su puntaje mejoró. Ello se debe a que otros países tuvieron más avances en este pilar. También llama la atención que en manejo de permisos de construcción hubo un retroceso de once posiciones (también de puntaje), pese a que el tiempo de espera para obtener agua potable y alcantarillado (a cargo de Sedapal) se redujo a menos de la mitad, de 50 a 21 días. El motivo podría ser que no hubo mejoras en el tiempo para obtener una licencia de obra (45 días) y que ese trámite se encareció en más del triple (de S/ 192 a S/ 682).

La única reforma que DB registra para el Perú es en comercio transfronterizo, gracias a la introducción de servicios digitalizados. Se está avanzando poco, y en otros pilares del ranking se sigue retrocediendo. Y algunos se preguntan por qué hay tanta informalidad.


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