César Villanueva (Foto: Andina)
César Villanueva (Foto: Andina)

VOTO DE INVESTIDURA. Luego de poco más de un mes de asumir sus funciones, el premier César Villanueva, junto a su Gabinete, se presentaron ante el Congreso para solicitar el voto de confianza. Su discurso empezó rescatando un mensaje de unidad y señalando como una de las causas de la situación actual el tiempo perdido en las falsas disyuntivas que oponen inversión o cuidado ambiental, izquierda o derecha y otros antis como el fujimorismo y antifujimorismo. Esta última cita quizás en un intento de mantener las aguas calmadas entre la primera fuerza de oposición y el Gobierno.

Mucho de lo dicho en la presentación siguió la línea de las primeras declaraciones del presidente y los ministros. En algunos aspectos, se ha dado mayor contenido, como respecto al paquete de medidas para la lucha contra la corrupción y lavado de activos que presentarán antes de 180 días y que incluye la presentación obligatoria de una declaración jurada de intereses (aunque no la tan necesaria Declaración Jurada de Renta), una nueva Ley de Gestión de Intereses o lobbies (pero sin hacer referencia a la existente), ampliación de la muerte civil por narcotráfico, lavado de activos y financiamiento del terrorismo, y el registro de beneficiarios finales. Se trata de una apuesta ambiciosa que, sin embargo, requiere la colaboración del Congreso para su aprobación.

A pesar de que el presidente Vizcarra parecía haberse arrepentido de mencionar la necesidad de una reforma política, el premier ha insistido en la misma señalando que presentarán proyectos para reestructurar el modelo de financiamiento de campañas de manera que sean bancarizadas y se penalicen los aportes no declarados, y que la UIF tenga acceso al secreto bancario, tributario y bursátil de todos los candidatos a un cargo público elegido por votación popular, además de insistir en la bicameralidad. Ojalá que ahora la propuesta tenga mejor acogida que el trabajo realizado por el grupo que se encargó de revisar el tema electoral en el Congreso, presidido por Patricia Donayre.

En materia económica, se mantuvo la necesidad de una reforma para luchar contra la evasión y la elusión tributaria, y la novedad fue el interés en revivir el proyecto del Gasoducto del Sur vinculado a la petroquímica.

Pero también hubo ausencias. Así, no se hizo mención a la política cultural, a la reforma universitaria o a la defensa de los derechos humanos, y aunque se mencionó, no se profundizó en detalle sobre la lucha contra la violencia contra las mujeres.

Un discurso con buenas intenciones que requerirá de mucha muñeca política para que se hagan realidad, pues más de una de las propuestas en el pasado no se concretó.