Presidente Martín Vizcarra hizo el anuncio durante mensaje a la Nación. (Foto: Agencia Andina)
Presidente Martín Vizcarra hizo el anuncio durante mensaje a la Nación. (Foto: Agencia Andina)

REFORMAS. Tratando de sintonizar con la población, en el mensaje de Fiestas Patrias el presidente Martín Vizcarra planteó propuestas de reformas políticas y judiciales para que sean ratificadas vía referéndum. La forma en que se esbozaron las iniciativas hacía pensar que ya estaban evaluadas y, por lo tanto, casi listas para ser presentadas ante el Parlamento. Sin embargo, no ha sido así.

El primer día útil de agosto el único proyecto de reforma constitucional que envió el Ejecutivo al Congreso fue el referido a la nueva forma en que se constituirá el Consejo Nacional de la Magistratura, pero aún no ha sido derivada a comisiones. Esta propuesta cuenta con mayor consenso y podría ser aprobada en corto tiempo.

Tuvo que pasar una semana más para que el Gobierno enviara los otros tres proyectos de reforma política prometidos en el mensaje de 28 de julio. Así, se presentaron las iniciativas para eliminar la reelección de congresistas, para establecer la bicameralidad y para el financiamiento de partidos políticos. Pero lo que más llama la atención es que la medida sobre la bicameralidad no esté concordada con la de no reelección congresal, es decir, pareciera que se está apostando a que “si no logro todo, por lo menos obtengo uno”, pues en la propuesta de la no reelección se habla tan solo de unicameralidad. Por otro lado, el retorno al Senado requiere la modificación de 47 artículos de la Carta Magna, ya que además de las dos cámaras se propone la paridad de género para ser candidatos al Parlamento y la creación de microdistritos electorales, sin explicar en qué consiste esto último.

Si desde un inicio la idea del Ejecutivo era buscar una rápida aprobación de los proyectos para tratar de realizar el referéndum este año, lo ideal hubiese sido presentar propuestas bien redactadas y minimizar el número de artículos a modificar para hacer más sencillo el debate.

Pero los problemas no quedan en las formas, lo cierto es que, aunque popular, el planteamiento de la no reelección no necesariamente es lo mejor para el país. Quizá podría usarse la renovación por tercios u otros mecanismos para sancionar a los malos congresistas.

Lo cierto es que planteados los proyectos, el Parlamento no puede eludir su responsabilidad de iniciar el debate para su posterior aprobación. Aunque no necesariamente al final del día las iniciativas que promueve el presidente Vizcarra sean lo mejor para el país.