Pulso Perú
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CORRUPCIÓN. La última encuesta de Pulso Perú deja en claro que los audios dados a conocer hace algunos meses, y que evidencian un actuar en algunos casos delictivo y en otros evidentemente antiético entre diversos jueces y fiscales, así como con empresarios y otros funcionarios, ampliaron la sensación de la población respecto al nivel de corrupción que existe en el país. Así, para el 94% de peruanos, el nivel de corrupción es muy alto o alto, y el 82% cree que la corrupción ha aumentado en los últimos 5 años.

Sin duda, razones para esta percepción sobran. Más allá de los casos puntales o las graves denuncias vistas desde la década del 90, en diciembre del 2016 el caso Lava Jato develó los sobornos existentes entre las más altas autoridades y las empresas dedicadas a proyectos de inversión como Odebrecht, cuyas ramificaciones aún se están conociendo. Lo cierto es que debido a todos estos casos también es alto el porcentaje de quienes creen que existe mucha corrupción en el Gobierno de Martín Vizcarra.

Sin embargo, así como ha crecido la sensación de corrupción también lo ha hecho la percepción de que el Gobierno está haciendo algo (61%) o mucho (13%) para combatirla, y quizás por ello no es el Poder Ejecutivo la institución considerada más corrupta. En esta ocasión, lidera la lista el Congreso, seguido del Poder Judicial y la Fiscalía de la Nación, que es la primera vez que está considerada con tal alto nivel de corrupción, y ello quizás es consecuencia del comportamiento del fiscal Pablo Chávarry y la sensación de que debería renunciar al cargo manifestada por un alto porcentaje de peruanos.

Pero la percepción no queda solo en las instituciones, sino que pasa a las personas. Durante varios años, el político considerado más corrupto era Alan García, pero la última medición de Pulso Perú ubica a Keiko Fujimori, lideresa de Fuerza Popular, como la persona más corrupta, aunque aún lejos del 40% que ostentaba García el año pasado.

El grave problema que evidencia Pulso Perú es que poco podrá reducirse la corrupción mientras las personas sean tolerantes con ella. Entre quienes creen que los peruanos son muy tolerantes (49%) y bastante tolerantes (34%) se supera el 80%. Mientras está tolerancia no se elimine poco será lo que pueda mejorar el país. Ninguna institución o persona se sentirá con la obligación de dejar de ser corrupta pues no será sancionada ni legal ni moralmente.