Odebrecht detalló que el Perú es el octavo país con el cual llega a un acuerdo de este tipo. (Foto: GEC)
Odebrecht detalló que el Perú es el octavo país con el cual llega a un acuerdo de este tipo. (Foto: GEC)

LAVA JATO. La firma del acuerdo de colaboración entre la Fiscalía y la empresa Odebrecht genera mucha expectativa en la población. Un 77% considera que habrá nuevos hallazgos sobre sobornos a otras personas y funcionarios, y que se obtendrán las pruebas para procesar a los acusados, según revela la última encuesta de Pulso Perú.

Sin embargo, la realidad es que el proceso legal del caso iniciado hace dos años aún está lejos de un desenlace. La Fiscalía sigue en la etapa de investigación, recogiendo declaraciones de los implicados y estas demoran.

Además, se requiere revisar las pruebas que los colaboradores eficaces presentan, validarlas y luego lograr que el juez apruebe el acuerdo. No se trata de un trámite sencillo. Solo en el caso de la carretera Chacas – San Luis tomó tres meses la homologación. El acuerdo actual con Odebrecht es mucho más complejo.

La ciudadanía espera que el acuerdo genere grandes declaraciones, mientras tirios y troyanos se pasan semana a semana especulando. Como siempre hemos sostenido en Gestión, la firma del convenio de colaboración es importante, porque puede llevar a conocer la verdad sobre la corrupción en los últimos gobiernos.

Sin embargo, dependerá de las declaraciones que se obtengan. Hasta el momento, lo informado ha sido importante, pero no se han evidenciado más casos y las expectativas de las nuevas revelaciones han quedado en manos de Jorge Barata, cuya manifestación se está postergado desde enero. Mientras más rápido declare, más pronto podrá despejarse la incertidumbre sobre lo que dirá.

Tras sus declaraciones, debería darse un avance en el proceso, pues si en los próximos meses no se inicia por lo menos un juicio, la credibilidad de la Fiscalía quedará menoscabada.

La lentitud de los procesos legales debería llevar al Ministerio Público y a la Procuraduría a no adelantar los anuncios para evitar que las expectativas sigan al alza, pues pueden resultar difíciles de cumplir. Por ejemplo, pese a la experiencia adquirida, es probable que la firma del acuerdo de colaboración con OAS tome más tiempo del que se ha señalado.

Si bien no se debe dar marcha atrás en la ruta iniciada con la firma del acuerdo con Odebrecht, en el convenio que se planea firmar con OAS se deben superar algunos de los cuestionamientos válidos que no se tomaron en cuenta antes.