La FED mejoró las previsiones de crecimiento económico de Estados Unidos a 3.1% para este año, frente al 2.8% calculado en junio. (Foto: Reuters)
La FED mejoró las previsiones de crecimiento económico de Estados Unidos a 3.1% para este año, frente al 2.8% calculado en junio. (Foto: Reuters)

POLÍTICA MONETARIA.  Hace unos días, la Reserva Federal de Estados Unidos anunció la tercera alza consecutiva en el año de su tasa de interés de referencia, a entre 2% y 2.25%, tal como estaba previsto.

En el comunicado de su decisión, el banco central norteamericano mantuvo también sin mayores cambios sus perspectivas sobre el ritmo de alzas de la tasa de interés. Los funcionarios de la entidad proyectan, por ahora, un alza más para su reunión de diciembre de este año y tres más para el 2019.

En el anuncio, la Fed además insinuó el fin del periodo de las tasas de interés de estímulo, al retirar la palabra tasa de interés “acomodaticia” en su comunicado. Sin embargo, días después, el propio presidente de la Fed, Jerome Powell, insistió en que se mantendrá un ritmo gradual en el alza de la tasa de interés de Estados Unidos. Pero lo cierto es que, al menos, por ahora, la economía estadounidense ofrece cada vez más evidencia de su fortaleza. La Fed incluso ha mejorado sus previsiones para el crecimiento económico de este año, a 3.1%, desde un 2.8% previsto anteriormente, mientras el desempleo es de 3.9%, un nivel ultrabajo, como lo califica la propia Fed.

Justamente, las previsiones de un mayor fortalecimiento de la economía norteamericana, que podría impulsar la inflación, y obligar a la Fed a acelerar el ritmo en sus alzas de la tasa de interés, provocaron ayer una fuerte caída de los precios de los bonos del Tesoro norteamericano, elevando el rendimiento de dichos títulos.

Los datos del empleo en Estados Unidos a conocerse hoy pueden elevar aún más las probabilidades para una nueva alza de la tasa de interés en diciembre, e incrementar el debate sobre las expectativas de alzas necesarias para el 2019.

De ese debate han de depender las perspectivas para la cotización del dólar en los mercados mundiales, el cual ha empezado a repuntar nuevamente. Dicha cotización además ha de ser un factor de impulso o arrastre para los precios de las materias primas, sobre las cuales, muchas economías de la región, incluida la de nuestro país, están a la expectativa.