Economía peruana. (Foto: USI)
Economía peruana. (Foto: USI)

MENORES EXPECTATIVAS. A la decepción de los peruanos con el presidente Pedro Pablo Kuczynski, su Gobierno, el Congreso y los líderes políticos, se ha sumado una alarmante desazón sobre las perspectivas económicas. Según la encuesta Pulso Perú de este mes, el 23% piensa que la situación económica de su familia estará peor dentro de un año, lo que significa que el desencanto se ha ahondado en 12 puntos porcentuales con respecto a enero.

En esa misma línea, el 77% considera que en los próximos meses será más difícil que ahora conseguir empleo. Si bien en enero esa opinión también era mayoritaria (59%), el pesimismo ha aumentado –nada menos que 18 puntos porcentuales–. Ambas variaciones negativas constituyen una ruptura de la tendencia de los últimos meses, pues si bien se registraba cierto pesimismo, este no era tan acentuado.

No deja de causar preocupación que la población presagie un empeoramiento de sus condiciones económicas y laborales justo cuando PPK ha anunciado un ajuste de la remuneración mínima. Y si se esperaba una reacción positiva de la opinión pública, pues ha ocurrido todo lo contrario: el 81% cree que dicha medida busca distraer a los ciudadanos de lo que viene sucediendo en la actualidad en el país, mientras que el 59% teme que originaría una menor contratación, coincidiendo con lo que se advirtió desde cuando se hizo el anuncio.

Si bien la recaudación del IGV se está recuperando, lo que implica una mejora de las ventas formales, los indicadores vinculados con la economía familiar todavía están enfriados –como el consumo–. Ello debido a que el empleo formal, que es al que debe apuntar cualquier política de reactivación, sigue disminuyendo. Según el INEI, este tipo de ocupación se redujo 2.8% el año pasado a nivel nacional, en tanto que el empleo informal aumentó 5.7%. Además, el primero apenas representa un tercio del total de personas que trabajan.

Esta semana, el Consejo Nacional de Trabajo se reunirá para analizar el alza de la remuneración mínima. Es de suponer que se analizarán estas cifras y quizás alguno de sus miembros tenga en cuenta los temores de la mayoría de peruanos sobre lo contraproducente de elevarla en un contexto como el actual. Lo cierto es que el Gobierno no puede ofrecer una recuperación del empleo, principalmente porque no ha podido implementar una reforma laboral.
Y mientras la economía continúe con altibajos, las contrataciones formales tardarán en recuperarse.