EXPORTACIONES. Los productos agropecuarios con valor agregado continúan incrementando su valor y, también, su participación dentro de las exportaciones no tradicionales (XNT) y las totales. El 2009, año en que capturaron el liderazgo de las XNT, en detrimento de textiles y confecciones, representaban el 30%, cinco años después ya eran el 36%, y ahora se acercan al 45%. En el primer trimestre, sumaron US$ 1,448 millones, 6.8% más que en el mismo periodo del 2018.

Los motivos de esa consolidación son conocidos: las ventajas competitivas de la geografía nacional –aunque el auge agroexportador se concentra en la costa–, el aumento del área cultivable gracias a la puesta en operación de proyectos de irrigación, la inversión en tecnología, los acuerdos comerciales y la prospección de mercados –la mejor calidad de los productos peruanos ha desplazado a otros países proveedores–. A esto hay que añadir los beneficios de la Ley de Promoción Agraria.

Esta situación contrasta con la de otras XNT. Algunas recién se están recuperando de años bastante malos, como las textiles, confecciones y pesqueras, mientras que otras permanecen en rojo, como las químicas, siderometalúrgicas y metalmecánicas. Las agroexportaciones no han padecido tales tribulaciones ya que crecen sostenidamente desde el 2010. Es más, según la Cámara de Comercio de Lima (CCL), también parecen inmunes a la guerra comercial entre Estados Unidos y China, pues los envíos a ambos países siguen en aumento.

No ocurre lo mismo con las exportaciones tradicionales, en particular con las mineras, que sí han sentido el golpe de la conflagración –traducida en una reducción de las cotizaciones–, además que han sido afectadas por la reducción de la producción local y la desaceleración de la economía china. En el primer trimestre, los embarques de minerales cayeron 14.5% y dado que representan más de la mitad de las exportaciones totales, provocaron que estas retrocediesen 6.6%.

¿Qué se puede hacer? En el caso de la minería, aparte de cruzar los dedos para que la situación externa no se deteriore más, hacer una promoción más inteligente de la inversión minera –que debe considerar a las poblaciones donde se ubican los yacimientos–. Con las agroexportaciones, seguir reforzando sus ventajas competitivas, pero también tomar conciencia que se está desperdiciando parte de su potencial con las demoras en ejecutar proyectos de irrigación como Alto Piura y Majes-Siguas.

Con las XNT, en general, la necesidad de una mayor promoción es clamorosa, no solo en el frente externo, pues además hay que eliminar los cuellos de botella burocráticos y logísticos que lastran su desarrollo.