Editorial: Por ahora bien
Editorial: Por ahora bien

Además del empuje que el Ejecutivo plantea darle a la inversión pública el próximo año y el inicio de las obras de reconstrucción en el norte del país, es necesario que el Gobierno evalúe mecanismos para impulsar tanto las obras de infraestructura como las de vivienda.

El ministro Carlos Bruce ya anunció una mesa de diálogo para tratar de destrabar proyectos habitacionales. Esta iniciativa debería mostrar resultados lo más pronto posible para no desaprovechar el buen momento que la construcción está experimentando y, sobre todo, consolidar su recuperación.

De acuerdo al ranking Doing Business 2018, que publica el Banco Mundial y que mide la facilidad para hacer negocios e inversiones, el Perú se ubica en el puesto 58 de 190 países, cuatro puestos menos de los que tenía el año pasado y uno de los rubros en los que ha caído es el de manejo de permisos de construcción, un tema administrativo que desalienta a los inversionistas.

Es verdad que el crecimiento del sector construcción es alentador, pero el Ejecutivo tampoco puede perder la perspectiva pues todavía hay mucho por hacer para consolidar este repunte.

Lo más importante de un sector como la construcción es el efecto que pueda generar en otras áreas de la economía. Uno de los impactos es en la mano de obra; aunque por el momento el empleo adecuado en Lima ha caído en esta actividad, la expectativa es que pueda generar más de 200,000 empleos. En segundo lugar, están las actividades que le proveen insumos, si bien en setiembre solo cemento e industrias básicas de hierro y acero cerraron el mes en azul, se espera que industrias como la metálica para uso estructural, pinturas, barnices y revestimientos, ladrillos, cerámicos, muebles y aserrado de madera, y todo lo relacionado con acabados también empiecen a mejorar.

CRECIMIENTO. La construcción es uno de los sectores que está mostrando recuperación. El mes pasado habría crecido 15% en octubre, pero hay que tener en cuenta que en octubre del año pasado tuvo una caída de 16.5%. Este repunte se debe en parte a la reactivación de la inversión pública y de la inversión privada.