Legislación laboral. “La labor legislativa implica sobre todo pensar en el futuro, en cómo ayudar a que el país recupere la senda de crecimiento económico, lo cual permitirá beneficios reales a largo plazo. Los parlamentarios no deben trabajar en soluciones de corto plazo, sino en generar los cambios estructurales que necesita el país y reducir el alto porcentaje de informalidad que se vive”. Con esta frase cerrábamos el editorial hace 10 días y, sin embargo, la realidad muestra que la labor de los congresistas, sobre todo en algunas comisiones, está como el cangrejo.
La Comisión de Trabajo tiene en sus manos siete proyectos de ley que generarían mayores costos labores, entre ellos, uno que busca que el sueldo de los trabajadores que laboran en el horario nocturno sea 35% mayor al de un trabajador que realiza la misma actividad en el horario regular, y otros que esperan su aprobación en el pleno, como el de incluir el horario de refrigerio en la jornada de trabajo, reduciéndola (Gestión 14.10.2022). Este tipo de medidas se analizan pensando en las grandes empresas que, de alguna manera, tienen capacidad de hacerles frente a estas nuevas exigencias, pero olvida dos aspectos importantes: primero, que la mayoría de empresas formales son pequeñas y microempresas, y segundo, que los trabajadores formales apenas llegan al 20% de la PEA, es decir, los parlamentarios buscan generar mayores beneficios para un grupo reducido, olvidando que su apuesta debería ser la de facilitar el tránsito de las empresas informales a la formalidad.
Pero tal como mostraba el informe publicado en Gestión el viernes pasado, la Comisión de Trabajo no es la única que tiene en cartera proyectos de dudosas consecuencias prácticas. Si bien la Comisión de Economía tiene propuestas para que las gratificaciones y los aguinaldos sean exonerados del IR o para reducir los costos laborales de contratar nuevo personal, la idea de crear más beneficios tributarios no necesariamente es algo positivo.
Lo cierto es que tanto desde las comisiones como desde el pleno, el Congreso parece más abocado a obstaculizar la inversión privada que a fomentarla, y en eso su comportamiento se asemeja más al del Gobierno. Pero no solo eso, también parecen olvidar que, tal como dice Jorge Toyama, debería ser más prioritario brindar pensiones de invalidez u orfandad a los informales e independientes, que dar más feriados para los formales (Gestión 5.10.2022).