POLÍTICA AMBIENTAL. La agenda de la titular del Ministerio del Ambiente (Minam), Elsa Galarza, priorizará la prevención y promoverá la biodiversidad para que sea aprovechada como un activo para el desarrollo del país. También velará por el manejo eficiente de los residuos sólidos, la mitigación del cambio climático y la adecuación de la institucionalidad ambiental. Será una tarea ardua, sobre todo en un país donde priman la cultura del desperdicio y la falta de conciencia en torno a la protección de nuestros recursos.

Parece que finalmente contaremos con una política ambiental moderna e integral. Por lo pronto, Galarza considera que la actual regulación no traba el desarrollo, lo cual es un claro mensaje a quienes señalan que hay un exceso de normas.

Pero además de un buen diseño en el papel, se tendrán que difundir adecuadamente los objetivos, tanto en Lima, como en el interior del país, donde se ha generado descontento y desconfianza con la extracción de materias primas. No bastará con tener actualizado el sitio en Internet del Minam.

La ministra señaló a Gestión que el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA) ha estado muy focalizado en imponer multas, y que ahora deberá trabajar en la prevención. Al respecto, sería interesante saber qué medidas se aplicarán para anticiparse a que las empresas causen daños al medio ambiente y hacerles comprender que la regulación no es un obstáculo para sus operaciones. ¿Se repartirán manuales, se organizarán charlas de orientación, se capacitará a las autoridades regionales y locales?

Quizás mañana, cuando el Gabinete Zavala se presente en el Congreso, tengamos más detalles, no solo de las medidas que se tomarán en política ambiental, sino también de los recursos humanos y económicos que se requerirán para trabajar eficientemente y aplicar la legislación en su totalidad –lo que hasta ahora no ha ocurrido–.

Un aspecto clave para Galarza será el rol del Minam en la lucha contra el cambio climático. Dado que el Perú es uno de los más afectados, tiene que asumir un liderazgo global. También será necesario incluir como ejes de la política ambiental los compromisos asumidos en la Cumbre de París (COP21) realizada el año pasado, en especial los objetivos de reducción de la emisión de gases de efecto invernadero.