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Segunda Vuelta. Nada está aún definido. Esa es la conclusión que deja la última encuesta de Pulso Perú en el cual ambos candidatos obtienen el mismo porcentaje de votos. La preferencia de los habitantes por regiones tampoco ayuda mucho. Si bien en Lima, en el centro, en el sur y en el oriente, Kuczynski logra imponerse sobre Fujimori, solo en el sur está diferencia es marcada (49.5% contra 29.6%). Por su parte, Fujimori mantiene un claro apoyo en el norte (52.4% contra 28.2%).

A tres semanas de las elecciones, todavía existe un grupo de votantes por convencer. Así, mientras el nivel de los indecisos ha disminuido (de 9.9% a 4.3%), el porcentaje de quienes afirman que votarán en blanco o viciado crece (de 8.6% a 12.2%) y este incremento puede deberse a que ninguno de los candidatos ha sabido conectar con estos votantes.

Ya habíamos adelantado que los problemas internos y la polarización no ayudarían a captar más votos y, al parecer, es cierto. Un 50% de votantes afirma que la segunda vuelta es una elección de ataques y no de propuestas, al mismo tiempo la mayoría cree que los problemas vividos al interior de ambos partidos les restarán votos. Es decir, resulta evidente que en lugar de ayudarlos, los ataques y pullas solo terminan alejando a aquellos que quisieran atraer.

En el campo de las reformas urgentes, a los temas de seguridad se suman los de educación, salud y empleo, como las principales preocupaciones de la ciudadanía, y es penoso observar que, mientras del primer tema los candidatos sí muestran preocupación, sobre los otros tres son pocas las propuestas concretas planteadas. Es más, ninguno quiere hablar de la necesidad de una reforma laboral, que es considerada muy importante para el 78% de encuestados.

Finalmente, dos aspectos que revela la encuesta y que requieren ser mirados con detenimiento son que, si bien la intención de votos de ambos candidatos es un empate, hay un 52% que se muestra a favor de que el Tribunal Constitucional le haya denegado el hábeas corpus a Alberto Fujimori; mientras que un 57% cree que la presidencia del Congreso no debería estar en manos del fujimorismo. Los tres próximos debates pueden influir en el desempate.