EMPLEO. Mientras el Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo (MTPE) pone en marcha sus cinco ejes de acción para los próximos 100 días –ya relanzó el Consejo Nacional del Trabajo (CNT), que se encargará del diálogo en materia laboral–, conviene darle una mirada a la coyuntura y las perspectivas para lo que queda del año, a fin de tener una idea de qué actividades son las más afectadas por el impacto del enfriamiento de la economía y qué podría esperarse si el optimismo empresarial se traduce en mayores inversiones.

Para empezar, el empleo urbano a nivel nacional aumentó 0.6% en agosto, con respecto al mismo mes del año pasado, una tasa que podría parecer pequeña pero que duplicó la de julio –cuando el PBI creció 3.77%–. Si la economía se encuentra enfriada, podría afirmarse que el empleo está cercano al estancamiento, aunque hay ciudades donde las contrataciones se incrementaron, sobre todo en aquellas vinculadas a actividades primarias (agricultura, pesca de anchoveta e industrias vinculadas a estos rubros).

Estos datos fueron recopilados por el MTPE en 29 ciudades y corresponden a empresas de 10 a más trabajadores y, además, formales. Hay que anotar que en el Perú, según el BCR, el 62.7% del empleo es informal, lo cual significa que las estadísticas laborales están dejando de lado al grupo mayoritario de trabajadores.

Las actividades que contrataron menos personal pertenecen a la manufactura vinculada a las exportaciones (pesca para consumo humano directo y textiles, principalmente). Hay que anotar que el MTPE no incluye datos del empleo en la construcción y habría que asumir que si lo hiciera, la variación de sus indicadores sería más modesta, considerando que ese sector ha sido uno de los más afectados por la desaceleración económica. En todo caso, si este Gobierno logra reducir la informalidad, las estadísticas laborales comenzarán a mostrar un panorama más real del empleo en el país.

¿Se transformará el buen ánimo de los empleadores en más contrataciones? Por lo menos para lo que queda del año, de acuerdo con la consultora Manpower, las empresas se muestran cautelosas: existe optimismo, pero no tan marcado como en años anteriores, siendo actividades primarias como agricultura y pesca las que generan mayores expectativas, además de construcción, cuya recuperación también impactaría en el empleo de buen número de ramas industriales.