TAREA PENDIENTE. El ministro de Cultura, Jorge Nieto, no ha presentado el plan para los primeros 100 días de su gestión. Aunque ahora faltan menos de 70, es importante saber qué propone su portafolio para, en primer lugar, colocar el tema cultural en la agenda nacional y, en segundo lugar, trabajar para que las políticas gubernamentales generen cambios reales y superen el grave obstáculo para el desarrollo que impone nuestra fraccionada identidad.

La imagen que proyecta el Ministerio de Cultura es la de custodio del patrimonio histórico que mira con elitista desdén todo lo que no es digno de exhibirse en un museo. Es lógico que una prioridad será modificar esa percepción y convertirse en actor clave en la lucha para ponerle fin a la discriminación, desprecio y marginación que todavía sufre gran parte de nuestras raíces culturales, como bien advirtió el presidente Kuczynski en su discurso inaugural.

¿Podrá hacerlo? Mientras Nieto no se pronuncie al respecto, ni proponga medidas estructuradas para el corto, mediano y largo plazo, solo podremos referirnos a las escasas oportunidades que existen para comenzar a trabajar. Una es la implementación del Reglamento de la Ley de Lenguas Originarias (Ley 29735), que en teoría posibilitará que más de cuatro millones de peruanos sean atendidos por el sector público en su propio idioma.

Dicha tarea será titánica, de modo que mientras más pronto se inicie, los resultados se verán antes. Así que no será nada productivo esperar otros cinco años, como pasó entre la promulgación de la ley (julio del 2011) y la de su reglamento (julio del 2016). El Ministerio de Cultura tiene que demostrar que su interés por las comunidades andinas y amazónicas es genuino.

Otra oportunidad es el traspaso a su ámbito del Instituto Nacional de Radio y Televisión del Perú (IRTP), al que pertenecen el canal TV Perú y Radio Nacional. Sabemos que es difícil que se convierta en una réplica de la BBC, pero sí se puede pedir que amplíe su contenido de calidad y que también sea administrado con criterios comerciales. Habrá que honrar el plan de gobierno de PPK y proponer una nueva Ley del Patrimonio Cultural que incluya la participación de las comunidades y el sector privado. Sigue pendiente que el ministro explique cómo lo hará.