Redacción Gestión

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ELECCIONES 2016. La votación de ayer ratificó lo que decían las encuestas, pese a las críticas de algunos candidatos: el triunfo en primera vuelta de (Fuerza Popular). Según el conteo rápido, Pedro Pablo Kuczynski (Peruanos Por el Kambio) vencía a Verónika Mendoza (Frente Amplio) por encima del margen de error, de modo que será el rival de la candidata naranja en la segunda vuelta, a realizarse el 5 de junio.

En cuanto a Fujimori, hay que resaltar el buen resultado de su labor proselitista –su partido tendrá una amplia representación en el Congreso–, pero la segunda vuelta será todo un reto: las marchas del 5 de abril mostraron que tendrá el camino difícil. Por ello, a sus promesas en los mítines deberá agregar propuestas claras en torno al papel que desempeñará su bloque parlamentario, pues tendrá en sus manos el poder de avanzar reformas (o bloquearlas), además de seguir distanciándose de quienes le añaden peso a su "mochila".

PPK tendrá un doble reto. El primero corregir su campaña y el segundo remontar la distancia que le lleva Keiko. La estuvo plagada de desaciertos, desde los cosméticos –el "matrimonio" de los cuyes rayó en lo surreal–, hasta los de fondo, sobre todo sus exabruptos. Hay que mostrar una imagen que refleje la seriedad de sus propuestas.

Si sumamos , Alfredo Barnechea y Gregorio Santos, un porcentaje importante de la población ha expresado su descontento –en especial en el sur–. Fujimori y PPK tendrán que esforzarse para convencer a esos votantes de que, de llegar al poder, las políticas gubernamentales los tendrán en cuenta. Suponemos que las promesas populistas ya no surtirán el mismo efecto de antaño, de modo que habrá que hilar muy fino para superar su escepticismo.

Mención aparte merece el papel de las autoridades electorales. La ONPE acusó problemas logísticos, al punto que redujo la cantidad de locales con voto electrónico, pero la mayor vergüenza ha sido el JNE: su última "perla" fue la interpretación del límite de la valla electoral, dos días antes de la votación. Por eso lo reiteramos: sus miembros deben renunciar apenas termine este proceso.