Editorial: Una rutina peligrosa

ESCENARIO POLÍTICO. La emergencia que vivió el país por los desastres naturales generó que la oposición le diera una tregua al Gobierno, pero lo sucedido en los últimos días evidencia que la misma fue muy breve y que el enfrentamiento político será retomado, al parecer, con mayor beligerancia.

Una clara muestra de ello ha sido la actitud asumida por el vocero de Fuerza Popular, quien para tratar de explicar los resultados obtenidos por Keiko Fujimori en la última encuesta de Pulso Perú culpó al Ejecutivo de llevar adelante una campaña de trolls contra su partido y no dudó en comparar al primer ministro con la figura de Montesinos. Una idea que fue avalada por otros miembros de Fuerza Popular y que generó la respuesta inmediata de Fernando Zavala.

De igual manera, el accionar contradictorio del Poder Judicial que ha permitido la salida del país de Nadine Heredia sin autorización previa del juez y la demora en el proceso de extradición del expresidente Toledo también han generado que congresistas de diversas bancadas duden de la voluntad del Ejecutivo en la lucha anticorrupción.

Las fuerzas políticas de oposición siguen considerando que su mejor arma es el ataque al Gobierno, pero Fuerza Popular muestra fisuras, sobre todo por la pertinaz posición de Kenji Fujimori para cuestionar algunas decisiones de su partido; el Frente Amplio, en su mayoría, sigue anquilosado en temas como su posición sobre la situación de Venezuela o los cuestionamientos a los comandos de Chavín de Huántar, mientras que el resto de bancadas sigue sin aparecer en el debate político.

Si la administración Kuczynski pensó que seguiría gobernando con la aparente calma política que vivió los últimos quince días de marzo se equivocó radicalmente y ahora corre el riesgo de volver a dejar en evidencia su falencia para enfrentar a la oposición, la misma que es compartida por la bancada oficialista, que sigue sin mostrar cohesión y, por el contrario, parece solo un conjunto de congresistas independientes.

La reconstrucción del país será importante en lo que resta del año, pero hay otros temas que siguen reclamando la atención del Ejecutivo, como la lucha contra la inseguridad ciudadana, la reactivación de la economía —que debería estar más allá de las medidas que se anunciarán el próximo lunes— y la propia lucha contra la corrupción, que se hace patente en el caso Lava Jato.

Lo peor que podría suceder es que tanto el Ejecutivo, como las fuerzas de oposición regresen a la rutina que tenían antes del 15 de marzo.