JUEGOS PANAMERICANOS. El 29 de diciembre del año pasado, advertimos que era momento de evaluar si el dinero destinado a los Juegos Panamericanos de Lima 2019 debería ser utilizado en proyectos que tuvieran un mayor impacto o que cubrieran necesidades urgentes a nivel nacional. Hoy nos reafirmamos en esa posición, pero no por las razones de algunos congresistas que parecen querer utilizar los desastres que afrontan las ciudades del norte del país de manera populista.

Hoy la discusión sobre la posibilidad de declinar la organización de los Juegos Panamericanos ha generado incluso la presentación de más de un proyecto de ley en el Congreso. El pedido se fundamenta en la necesidad del Gobierno de afrontar los gastos que generarán los daños ocasionados por el fenómeno de El Niño en el norte del país.

Si bien renunciar a la organización tiene implicancias deportivas y económicas, no seríamos los únicos, algunas ciudades como Roma y Hamburgo ya han renunciado a sus candidaturas para organizar las Olimpiadas del 2024.

En realidad, la discusión debe centrarse en el uso eficiente de los recursos, pues si bien el Gobierno señala que existen fondos suficientes para afrontar la emergencia, iniciar la reconstrucción y simultáneamente continuar con la organización de los Panamericanos, bien vale la pena evaluar si estos últimos recursos podrían tener un mejor uso. Sobre todo, porque siendo que los Juegos de Lima 2019 tendrán como sede solo la capital, la población del interior del país podría resentir que el Ministerio de Transportes y Comunicaciones destine parte de sus esfuerzos a este evento. En ese sentido, acompañamos la inquietud del presidente de Confiep, aunque no todos los gremios empresariales estén de acuerdo con la propuesta.

En todo caso, lo que no queremos es un Gobierno que ofrezca pan y circo. Si bien no es ese el camino que parece tener la actual administración Kuczynski, insistir en la organización del evento deportivo bajo las actuales circunstancias puede generar esa percepción en la población y ello puede verse reflejado en los resultados de las encuestas, salvo que el Ejecutivo muestre eficiencia tanto en llevar adelante los Panamericanos como en afrontar los desastres, algo que aún no se ve.