Foto: Andina.
Foto: Andina.

Reformas.Con respecto al año previo, el Perú retrocedió diez puestos en el ranking Doing Business 2019 (DB) del Banco Mundial: del 58 al 68, de un total de 190 países evaluados. Es el cuarto año consecutivo de caídas, pues tras alcanzar la ubicación 35 en el 2015 –la más alta desde que DB publica puntuaciones individuales–, solo ha habido descensos. Eso significa que la facilidad para hacer negocios en el Perú no mejora, sino que, en comparación con otros países, ha empeorado.

La recolección de datos del último DB abarcó desde junio del 2017 hasta mayo del 2018, periodo que coincide casi exactamente con el segundo año de la presidencia de Pedro Pablo Kuczynski, cuya gestión se caracterizó por su debilidad para aplicar reformas que incentiven la iniciativa privada. Pero también coincide con el segundo periodo del Congreso controlado por el fujimorismo –y sus aliados del Apra–, que obstruyó los intentos del Ejecutivo por mejorar el entorno para hacer negocios. Los proyectos de ley orientados a apuntalar la economía de mercado siguen apolillándose en el Legislativo, que más bien optó por aprobar leyes de corte populista.

Es por ello que el retroceso en el ranking DB no debe sorprender, sino que es el precio que la economía peruana está pagando por la inacción de sus autoridades. Sin embargo, la responsabilidad también recae en el saliente alcalde de Lima, pues DB solo evalúa la facilidad para hacer negocios en la capital, así como en el Poder Judicial en el caso del cumplimiento de contratos.

Pero ahora tenemos un nuevo presidente, más interesado que su antecesor en pasar del discurso a la acción, una mayoría que ha ofrecido pasar del obstruccionismo al “reformismo” –habrá que ver para creer– y un alcalde electo que ha ofrecido trabajar. Si estas voluntades se alinean y comienzan a trabajar coordinadamente, hay mucho por hacer para afrontar las debilidades que DB identifica.

Por ejemplo, de los diez temas considerados en la evaluación, el Perú está por debajo del puesto 100 en tres: comercio exterior (110), pago  de impuestos (120) y apertura de un negocio (125). En el primero, es necesario reducir los tiempos y costos que demandan los trámites para exportar e importar. En lo tributario, el principal lastre está relacionado con los prolongados plazos de los procesos posteriores a la declaración de impuestos. En el tercer tema, además del tiempo y el costo, el otro obstáculo es el número de trámites.

DB 2019 solo registra dos reformas hechas en el Perú para facilitar los negocios. No podemos seguir a este ritmo y así deben entenderlo los tres poderes del Estado.