PULSO PERÚ. La desaprobación del presidente subió seis puntos porcentuales en junio, aun así, su popularidad se situó en 45%, aumentando ligeramente según la última encuesta de Pulso Perú. Su mayor popularidad está en el oriente y en el centro, en tanto que su desaprobación sube en Lima y en el sur.

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Solo un 37% aprueba la labor como presidente que realiza PPK y justamente lo que haga en las próximas semanas, previas a su primer año en el mando, repercutirá en el futuro de su gobierno. Por ejemplo, un caso que ha ocupado la atención en las últimas semanas ha sido el contrato del y la adenda firmada. Si bien el 42% considera que la adenda era beneficiosa para el país, un 81% señala que hubo corrupción en la firma de la misma.

Es verdad que un 64% considera que la construcción del aeropuerto de Chinchero debe continuar, pero este proyecto no debería realizarse a cualquier precio. Insistir en mantener el contrato con el consorcio Kuntur Wasi le ha costado al Ejecutivo un ministro y denuncias penales para 10 funcionarios. Tan solo la decisión de suspender el contrato por 90 días más ya ha generado que algunas voces en el Congreso planteen interpelar a dos ministros más. Estos resultados hacen que el Ejecutivo deba ser muy cuidadoso en los próximos pasos que vaya a dar.

Pero el Gobierno tiene más en qué pensar que solo el caso Chinchero. La encuesta también da cuenta de la percepción de la ciudadanía sobre el trabajo de algunos ministros. Así, para un 61% es necesario hacer cambios en el Gabinete y el primer nombre de la lista es el del ministro del Interior. Es verdad que los problemas de seguridad ciudadana son tan complejos que esperar resultados inmediatos es difícil, y un cambio de ministro no asegura nada, pero puede abrir la puerta a nuevas ideas.

Pero no solo el Ejecutivo tiene que poner las barbas en remojo, también la bancada de Fuerza Popular debe revisar su accionar. La presidenta del Congreso ve incrementarse su desaprobación mes a mes llegando al 58% y eso es resultado de las actitudes que muestra la mayoría del Congreso frente al Ejecutivo. Inclusive, el 58% de la ciudadanía cree que el fujimorismo está dividido.

Más allá de los números, los resultados de la encuesta deberían servirle al Ejecutivo y al Congreso para evaluar si continúan, sobre todo el segundo, alentando la polarización política. La gobernabilidad está en juego.