PULSO PERÚ. La última encuesta de Datum elaborada para Gestión, trae algunas respuestas que pueden sorprender sobre temas sensibles de la política interna.

Un primer caso es sobre el proceso de reforma electoral que lleva adelante la Comisión de Constitución del Congreso, un 67% se muestra a favor de que ninguna empresa privada nacional o extranjera pueda entregar aportes a los partidos políticos. Debido a los casos de corrupción detectados, esta decisión puede sonar lógica, si no fuera porque los partidos requieren dinero para financiarse. Si bien desde este año, cuatro partidos políticos y dos alianzas (las que tienen representación en el Parlamento) recibirán dinero del Estado, este solo podrá ser utilizado en actividades de formación y capacitación e investigación, que no son los únicos gastos que genera una campaña.

Es verdad que los ejemplos de aportes empresariales bajo la mesa a campañas electorales que luego generaron corrupción cuando esos candidatos llegaron al poder han sido varios, pero también es cierto que hay empresas que realizan aportes de manera transparente, por convicción a una propuesta y sin necesariamente estar buscando un beneficio propio.

Si los partidos solo pueden financiarse con los aportes personales, sin duda en las próximas elecciones se multiplicarán las rifas o cenas a beneficio.Un segundo tema al que se le debe prestar atención, es el referido a las nuevas formas de intervención de Sendero Luminoso. Según la encuesta, para un 67% es clara la vinculación del grupo Movadef con el terrorismo. Sin embargo, a pesar de que en su acta de fundación este grupo no ha deslindado de los actos terroristas cometidos por el senderismo en las décadas de los años ochenta y noventa y, por el contrario, reivindican su ideología criminal, un 23% no vincula al Movadef con Sendero Luminoso.

Finalmente, si bien para el premier Zavala no existe ningún peligro de vacar al presidente Kuczynski, esta opinión es compartida solo por un 41%, pues el 48% cree que todavía existe el riesgo de que la oposición pida la vacancia presidencial. A nivel de estratos es en el sector A/B donde la percepción del riesgo de vacancia es mayor (50.9%), y es el sector C donde la sensación de riesgo es menor (46.6%). Esta percepción puede convertirse en una espada de Damocles para el Ejecutivo.