EVOLUCIÓN FAVORABLE. El comportamiento errático de la inflación continuó en setiembre, vaivenes que se asocian principalmente a factores climáticos. La economía nacional cada vez muestra más evidencia de su recuperación tras del enfriamiento que la mantuvo lastrada por más de tres años, considerando que las tasas bajas de expansión del PBI comenzaron en abril del 2014.

El informe de avance coyuntural del INEI con información disponible hasta agosto registra como lo más saltante que la construcción tenga su tercer mes consecutivo al alza y con la tasa más alta del año (4.78%). Entre setiembre del 2016 y mayo último, solo se reportaron caídas. La desaceleración de la economía ha afectado sobre todo a los sectores no primarios, dos de los cuales sí estuvieron sumidos en recesión: construcción y manufactura no primaria. El primero ya está saliendo del hoyo –incluso el BCR ha cambiado de opinión y ahora estima que terminará el 2017 en azul–.

Los sectores que evitaron que el PBI cayese durante el periodo de enfriamiento fueron los primarios. Luego de los reveses causados por El Niño costero a principios de año, la minería también cumplió tres meses de expansión en agosto, mientras que la pesca se contrajo nuevamente (al igual que en julio) debido a que no hubo extracción de anchoveta. El INEI no cuenta con datos actualizados del agro, pero en julio fue el que apuntaló la economía primaria.

De regreso a la inflación, setiembre fue el cuarto mes de reducción en el año para el caso de Lima. Los anteriores fueron abril, mayo y junio, debido al reacomodo de los precios, que en marzo sufrieron fuertes incrementos, ante la escasez –y especulación– ocasionada por El Niño costero, en particular los de productos agrícolas. Lo que se encareció en agosto fue el limón, lo mismo que un grupo de tarifas eléctricas y de agua. La inflación a nivel nacional muestra una conducta parecida, aunque solo tuvo dos descensos (mayo y junio).

Para los meses siguientes, se espera que los precios se estabilicen y que la inflación siga un camino más predecible, una perspectiva que sería del agrado del BCR, pues la tasa anualizada de Lima (2.94%) ha vuelto a situarse dentro del rango meta (entre 1% y 3%). Solo falta que la inflación anualizada a nivel nacional (3.18%) haga lo mismo.

Los precios de los materiales de construcción en Lima crecieron en setiembre, lo que indicaría que la demanda siguió dinámica. No ocurrió lo mismo con los precios de maquinaria y equipo (también en la capital), que aún mantienen una variación anualizada negativa.