PULSO PERÚ. El cargo de presidente es el más alto en el país y, por lo tanto, quien lo ostente es considerado la persona con mayor poder, así queda evidenciado en la reciente encuesta Pulso Perú, donde un 55% cree que Kuczynski es esa persona, pese a que el año pasado solo tenía dos puntos.

A diferencia de otros sondeos similares, en este caso la consulta se realiza a nivel nacional y no se elige solo a un determinado grupo poblacional, sino que es una representación de toda la ciudadanía. Un hecho a destacar es que durante los últimos cuatro años Ollanta Humala y su esposa estaban siempre en los dos primeros lugares (aunque nunca con más de 30%), e incluso en el 2014, fue Nadine Heredia la elegida como la persona con mayor poder. Sin embargo, este año la esposa del presidente no figura en la lista.

El entorno del presidente y su relación con el poder es ahora percibido de otra forma: lejos de las relaciones familiares.

En este sentido, el estudio destaca a tres personas como las más poderosas del Gobierno detrás de PPK. Mercedes Aráoz, Fernando Zavala y Martín Vizcarra. Es decir, hay un reacomodo de las estructuras del poder en la percepción de los peruanos. Los vicepresidentes son vistos como poderosos, lo cual parece una herencia de su papel protagónico en la campaña. En el caso de Fernando Zavala, su ingreso al Ejecutivo y sus primeras acciones revelan que se ha ubicado rápidamente en este espacio. Pero implica entonces que el grado de responsabilidad que recae sobre él también es mayor.

Un punto que sí debe preocupar es que la credibilidad de los políticos sigue en el piso. El 39% no cree en ninguno. La lista la lidera Keiko Fujimori (22%)por encima del presidente. La excandidata es además la segunda más poderosa del país.

El Congreso, por tercer año consecutivo, es la más poderosa de las instituciones. Pero ha dado un salto de 25% a 38%, lo cual revela que la población estará aún más atenta a su labor. Entonces, hay una necesidad y una oportunidad para el Congreso.

Ser reconocido como una persona o institución con poder no implica contar con el apoyo de la población, ello queda evidenciado cuando el hombre más poderoso no es el de mayor credibilidad. El poder es efímero y sería mejor que ningún político lo olvidara.