Redacción Gestión

redaccion@gestion.pe

MOROSIDAD DE LAS MYPES. Un informe de la Central de Riesgos Sentinel mostró que más de 500,000 mypes están en riesgo de caer en mora con la banca, pero no se trata de una cifra alarmista, en realidad es una llamada de atención a todos los sectores en los cuales hay micro y pequeñas empresas.

La desaceleración de la economía afecta a todos: las grandes empresas reducen su nivel de gasto en las compañías medianas y estas a su vez contratan menos con las pequeñas, que son las más afectadas, pues, por lo general, sus ingresos no son constantes en el tiempo, lo cual reduce su nivel de planificación.

Esta situación genera que, sobre todo en las mypes, haya mucho riesgo de que no puedan cumplir con sus flujos de caja proyectados y, por tanto, sus obligaciones, frente a la aparición de nuevos escenarios que no tenían previstos.

Si bien el nivel de morosidad bancaria ha subido en todos los niveles, entre febrero del 2014 y febrero de este año en las microempresas ascendió de 4.01% a 4.38%. La misma tendencia se observa en las pequeñas empresas, en donde trepó de 8.21% a 9.57% en ese mismo periodo.

Además de la situación económica general, otro factor importante que genera la morosidad es el sobreendeudamiento en ciertos sectores de las mypes. Muchas microempresas han pasado a ser consideradas como pequeñas empresas por los bancos, lo que genera que se les amplíe la línea de crédito, muchas veces sin mayor control, y la realidad sobrepasa su capacidad de pago.

Para evitar que las mypes caigan en mora, algunas entidades financieras han estado extendiendo los plazos de los créditos, reprogramándoles su deuda u otorgándoles nuevos préstamos para que cambien el giro de su negocio.

Sin embargo, quizás lo más importante a partir de ahora será que dichas entidades refuercen su sistema de evaluación crediticia para evitar sobreendeudar a sus clientes. Asimismo, deberían monitorear a las microempresas antes de ampliarles la línea de crédito y saturarlas con préstamos que luego podrían no poder cumplir.

En este tema, además de la labor propia de cada entidad, sería importante una supervisión más estricta de la Superintendencia de Banca.