VOTO DE CONFIANZA. Luego de dos días de presentaciones, más de 21 horas de debate, con 121 votos a favor, dos en contra y una abstención, Fernando Zavala y su Gabinete lograron que el Congreso les otorgara el voto de investidura.

Para lograrlo, fue necesario que tanto el premier como los ministros de Economía, Interior y Transportes señalaran cuál fue la herencia recibida del Gobierno de Ollanta Humala, un tema que no estuvo presente en la exposición inicial y que fue exigido por los congresistas. Además, Zavala tuvo que repetir (casi jurar), en tres ocasiones que no existe una alianza entre el Gobierno actual y el anterior. Eso no es todo, el fin de semana el propio presidente Kuczynski salió en una entrevista a deslindar cualquier relación con Humala.

Luego del primer día de debate, tras la presentación de Zavala, señalamos que el Gobierno no debe olvidar que el Congreso es un espacio político. Ahora le toca, a un Gabinete netamente técnico, redoblar sus esfuerzos para evitar que todos los procesos de votación de los proyectos del Ejecutivo sean similares al voto de confianza, pues no siempre conseguirán salir sonriendo de estas discusiones.

Si Fernando Zavala mantiene la intención de solicitar facultades legislativas, lo mejor es que se acerque al Parlamento con una estrategia diferente a la usada hasta el momento.

Y es que mal haría el Gobierno en no aprender las lecciones que le deja esta primera presentación ante el Congreso. Fuerza Popular dejó claro, desde el primer momento, que las decisiones del Congreso se toman por mayoría, y ellos lo son.

Siendo así, no solo mostraron algunos legítimos cuestionamientos a la exposición sino que hicieron demostración de su fuerza política, poniendo contra las cuerdas al Ejecutivo, manteniendo siempre la puerta abierta a la posibilidad de abstenerse de votar.