Redacción Gestión

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SEGURIDAD CIUDADANA. A pesar de que la sensación de inseguridad alcanza al 96% de los limeños (según la última encuesta de Pulso Perú), las autoridades locales no parecen interesadas en buscar soluciones comunes que ayuden a disminuir la desprotección que viven los ciudadanos.

El Ejecutivo ha obtenido facultades para legislar en materia de seguridad ciudadana, y seguramente el ministro del Interior está ultimando los detalles de las propuestas, (una de sus prioridades sería acabar con los malos efectivos policiales). En este marco resultaba vital que el ministro sostuviera una reunión con los 42 alcaldes distritales de Lima, para que ellos le pudieran expresar sus preocupaciones y juntos tratar de establecer las medidas más adecuadas para lograr que la seguridad regrese a la ciudad y al país.

Sin embargo, de los 42 alcaldes convocados para la reunión solo 16 asistieron. Por el bienestar de la ciudadanía esperemos que esto no sea una muestra de que solo asistieron los que quieren trabajar. Los alcaldes no se pueden excusar en que no son responsables de la seguridad ciudadana, pues si bien la mayor carga recae en el gobierno nacional, a ellos les compete organizar un servicio de serenazgo o vigilancia municipal y coordinar con la Policía Nacional para que esta pueda realizar un trabajo eficaz.

Un gran ausente en esta reunión fue el alcalde de Lima, quien debió compartir con el ministro su propuesta de cambiar el marco legal para que los serenos puedan tener la facultad de arrestar a delincuentes y de usar armamento no letal para combatir la inseguridad y la delincuencia.

No es fácil atacar el problema cuando a la delincuencia y al crimen organizado se le suma la impunidad tanto a nivel policial como del Poder Judicial. La labor que le toca al Ejecutivo es muy compleja y necesitará del apoyo de todas las instancias. Por eso es vital contar con la colaboración de los alcaldes quienes conocen de primera mano los problemas particulares de su zona.

Es de esperar que este tipo de reuniones de coordinación se realicen de manera regular, que asistan cada vez más alcaldes y que de las propuestas se pase rápidamente a la acción. La ciudadanía necesita muestras claras de que se está trabajando para acabar con la inseguridad.