RELEVO EN EL MEF. Luego de un rumor que duró varias semanas, David Tuesta dejó la cartera de Economía. ¿Renunció o lo invitaron a renunciar? Eso no está claro pues el presidente Martín Vizcarra anunció que él y el premier habían decidido realizar modificaciones en el Gabinete, y acto seguido señaló que aceptaban la renuncia de Tuesta.

Si bien Vizcarra se ha apresurado a decir que la salida del titular del MEF no implica un cambio conceptual en la política económica de su Gobierno, las dudas sobre esta afirmación sobran, sobre todo porque dijo que la continuidad del incremento del ISC se analizará con el nuevo ministro de Economía, ello a pesar de que el decreto supremo que elevó las tasas cuenta con la firma del propio presidente.

Tampoco tranquiliza que el mandatario diga que el crecimiento del país se logrará con base en inversiones, sobre todo porque las últimas acciones del Ejecutivo, como suspender la firma de los contratos de exploración y explotación de hidrocarburos en el mar del norte, lo único que han generado es incertidumbre en los inversionistas, lo mismo se puede decir de la decisión de revisar los peajes y otras más.

En un vano intento por congraciarse con los sectores que reclaman por el incremento de impuestos y con un claro tufo populista, el presidente ha anunciado la creación de una comisión ad hoc entre el MEF y la Sunat, con el objetivo de hacer efectivo el cobro a las grandes empresas que le deben al Estado. ¿Qué hará esta comisión si la mayoría de esas deudas son materia de controversia y se encuentran en manos del Poder Judicial o del Tribunal Fiscal?, ¿piensan presionar a estas instancias?

Las contradicciones no se quedan en el ámbito económico. Así, el jefe de Estado ha “invitado” al Congreso para que modifique la ley y “permita” que la Contraloría designe al jefe de control interno del Congreso, ¿recién se da cuenta de este problema?, ¿por qué permitió que la insistencia de la norma (que dejaba fuera al Congreso) se firmará en Palacio?, ¿por qué hace el pedido dos meses después si esto se lo reclamaron desde el primer momento?

Tratando de hacer olvidar sus marchas y contramarchas, el presidente trata de convencer al país que la mejora en los indicadores económicos de los últimos dos meses son consecuencia de su labor, cuando lo cierto es que ninguna de las acciones realizadas por su gestión generaría resultados tan pronto. Esta actitud solo muestra un problema de triunfalismo por parte del Ejecutivo que le impide ver los errores que cometen para poder corregirlos.

El presidente Vizcarra necesita marcarse un norte e ir por él. Cambiar de opinión dependiendo de cómo sople el viento no generará la estabilidad y credibilidad que el país requiere.