PULSO PERÚ. El día de hoy culmina la última edición de la (CADE), que ha contado con la presencia, como expositores, de varios ministros de Estado y algunos de los empresarios más influyentes del país.

Si bien a través de eventos como la CADE y otro tipo de acciones, los empresarios buscan participar de la vida política del Perú, la verdad es que la población parece no confiar mucho en la labor que desempeñan. Así lo revela la reciente edición de , la cual muestra que tratándose de empresarios nacionales el 55% confía poco y un 24% no confía, mientras que en el caso de los empresarios extranjeros un 47% confía poco y un 36% no confía. Asimismo, casi la mitad de los encuestados considera que los empresarios no confían en el actual Gobierno.

Esta falta de confianza, que se replica en todos los sectores socioeconómicos, en todas las regiones y en todas las edades, sumada a la percepción de que muy pocos empresarios (19%) invierte pensando en su beneficio propio y el bienestar del país (ambos a la vez) son una clara muestra de por qué el número de conflictos sociales relacionados a proyectos de inversión se mantiene en el tiempo y son cada vez más difíciles de solucionar. Los empresarios tendrán que mejorar sus esfuerzos para tratar de cambiar esa percepción.

Pero la falta de conexión entre la población y los ciudadanos también se replica en la relación con el Gobierno. La encuesta muestra que la aprobación del presidente sigue bajando (53%, seis puntos menos que el mes anterior), si bien las cifras son más auspiciosas entre los jóvenes (60%) y el sector A/B (73%). En el norte del país (42%) y en el sector E (43%) la situación es mucho más grave.

La labor de los ministerios también fue puesta en revisión y calificada por los encuestados. La mayoría de carteras apenas llegó a 11, pero dos ministerios (Salud y Justicia) fueron desaprobados.

En el mes que le queda al Ejecutivo para utilizar las deberá dictar las medidas necesarias en temas como seguridad, salud o trabajo para tratar de mejorar la sensación que tiene la población sobre los ministerios responsables, de lo contrario tanto la aprobación del presidente como de los ministros seguirá en descenso.