INDUSTRIA TEXTIL. La producción textil continuó cuesta abajo en el 2016. Este sector se contrajo 4.5% con respecto al 2015 (año en que cayó 5.7%) y entre los rubros más afectados figuró el que sustenta las exportaciones del sector: tejidos y artículos de punto (-10.2%), que apenas utilizó el 44.2% de su capacidad instalada. En tanto, la confección de ropa se redujo 4.3%. Los industriales atribuyen esta recesión a factores como la competencia desleal de importaciones asiáticas, en especial desde China.

Resulta que, a mediados del 2015, se levantaron los derechos antidumping a las importaciones de 34 partidas procedentes de dicho país, medida que provocó el ingreso masivo de textiles y confecciones a precios que, por ejemplo, son muy inferiores a los que importa Estados Unidos –considerando prendas de la misma calidad y origen–, según un estudio de la Cámara de Comercio de Lima. Esa penetración no se evidencia solamente en ropa y calzado, sino también en artículos como ropa de cama, toallas y cortinas.

La Sociedad Nacional de Industrias estima que el año pasado la balanza comercial textil peruana habría sido negativa. Es que las exportaciones también cayeron y el sector que solía liderar las ventas no tradicionales ha sido relegado al tercer lugar. Lo más preocupante es que el valor exportado en el 2016 es similar al registrado en el 2004.

Este retroceso en la producción y la exportación textiles tiene que revertirse, porque el Perú posee ventajas comparativas, pero principalmente porque es un notable generador de empleos calificados y un impulsor del emprendimiento privado. Los principales analistas proyectan que este año las exportaciones textiles crecerán comparadas con las del 2016, y ello se deberá a factores externos favorables.

El Gobierno tiene que asumir un papel más activo para incentivar la recuperación de esta industria. Hace cuatro meses se anunció la creación de una mesa de trabajo para mejorar la competitividad del sector, pero no se ha sabido mucho más. Se espera un cambio en la medición de las importaciones textiles para evitar la subvaluación y el subconteo (ahora se hará por peso), pero también se necesita una reingeniería en Aduanas. Por el lado de las exportaciones, hace falta un apoyo más eficaz y novedoso en la promoción de los productos de alta gama, en los que el Perú tiene que especializarse.