Redacción Gestión

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LLAMADA DE ATENCIÓN. Como si la crisis política no fuese suficiente, el resultado del crecimiento del PBI de enero (4.23%), dado a conocer el sábado por el INEI, tampoco merece un voto de confianza. Es la tasa más baja desde mayo del año pasado –e inferior a los estimados del mercado– y lo más preocupante es que muestra que la economía continúa desacelerada y sigue expandiéndose por debajo de lo que se considera su tasa potencial. Es precisamente ese 6% tan difícil de alcanzar lo que proyecta será el crecimiento del 2014.

Sin embargo, debido al cambio del año base para el cálculo del PBI, que ahora es medido a precios del 2007, habría que esperar una revisión a la baja si la demanda interna no levanta cabeza (como lo evidencia la caída de 2.4% en la industria de bienes de consumo) y si otros factores externos e internos persisten en afectar la producción. Hay que anotar que en vista de que en febrero y marzo del año pasado creció poco, el efecto estadístico podría darle un respiro al Gobierno cuando se den a conocer los resultados de esos meses.

Lamentablemente, ya sabemos que el Gobierno suele afectar las expectativas por su propia cuenta, como ocurrió en abril del año pasado con la pretendida compra de los activos de una petrolera o en estos momentos con el embrollo que ha creado entre el Congreso y el Gabinete Ministerial por su incapacidad para reconocer sus errores. Si no se soluciona rápidamente, la crisis política impactará en las decisiones de inversión y con ello, tendrá efectos perniciosos sobre la producción.

La noticia más alentadora llegó por el lado del empleo, aunque los datos solo corresponden a Lima Metropolitana. Según , en el trimestre móvil diciembre-febrero consiguieron trabajo 103,500 personas, mientras que en el mismo periodo del año previo fueron 89,780. También aumentó la proporción de trabajadores adecuadamente empleados, es decir, aquellos que cuentan con los beneficios que manda la ley, que ahora representan el 58.1% del total.

Cabría preguntarse si con una tasa de crecimiento del PBI más cercana al 6% se generaría más empleo y cómo la desaceleración está impactando en el resto del país, pero lo que parece cierto es que la economía seguirá de capa caída, por lo menos durante el presente trimestre. El piloto automático no da para más.