Redacción Gestión

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OPORTUNIDAD. Más que un compendio de los millones que el Gobierno gastó durante el último año, que bien podría formar parte de un anexo al discurso, descargable en el website del MEF, por ejemplo, el presidente tiene la oportunidad, este , de dirigirse a la Nación para describir en qué consistirá el último tramo de su mandato: si continuará apagando incendios como hasta ahora o si a las reformas estructurales que inició en sus primeros tres años, les seguirán otras igual de urgentes.

Recordemos que en el 2013 Humala ofreció debatir la , pero lo único que hizo fue realizar consejos de ministros fuera de Lima. Doce meses después, tenemos a cinco presidentes regionales tras las rejas y otros más investigados, a raíz de que manejaban los departamentos como si fuesen sus feudos. Lo que se necesita es una reestructuración total de la descentralización y no parches a la normatividad para evitar futuros desfalcos, pues no solo se trata de dinero.

También sería saludable un mea culpa por haber reaccionado tarde al enfriamiento de la así como la presentación, punto por punto, del avance que están teniendo las medidas del paquete promotor de las inversiones y el plazo estimado en que estarán operativas. Esos datos serán más atractivos –quizá hasta los congresistas les podrían prestar atención– que el recital de cifras de lo que se hizo o lo que se hará.

El país no está de humor para escuchar a un presidente soberbio y a la defensiva, que intente destacar solo lo bueno de su gobierno, cuando lo malo es lo que salta a la vista. Tras el escándalo que le costó el puesto a su quinto primer ministro, Humala tiene que exponer cuál será el papel de –más allá de prometer que con ella, el crecerá 6% desde el 2015–, y si está dispuesto a empoderarla.

Según la última encuesta , la opinión pública espera anuncios para solucionar la inseguridad, reducir la corrupción y generar más empleo. Lo que le recomendamos al presidente es evitar cualquier tentación populista en su discurso. Todo indica que eso no ocurrirá, pero nunca está de más subrayarlo.