Redacción Gestión

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CALENTAMIENTO GLOBAL. será sede en diciembre de la vigésima Conferencia de las Partes (COP 20) de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático.

El camino que debe recorrer nuestro país para reducir considerablemente su vulnerabilidad ante el calentamiento global es largo, pero pese a ello solo muestra tímidos avances, producto del escaso convencimiento y compromiso de las autoridades.

Por ejemplo, los bosques se siguen depredando y el agua todavía es considerada un bien casi gratuito, de modo que es desperdiciada desvergonzadamente. Si bien la ley prohíbe y castiga la tala ilegal, es difícil hacerla respetar; y el precio del agua está basado en una estructura que privilegia los costos políticos en lugar de los económicos.

Existen señales de que el Perú está perdiendo la batalla. A fines del año pasado, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) informó que la Amazonía peruana se ha convertido en un emisor neto de dióxido de carbono y advirtió que el cambio climático puede poner en riesgo el progreso en el desarrollo humano del país.

Y la semana pasada, el presidente Ollanta Humala dijo en la Cumbre del Clima en la ONU que el Perú perdería el 20% de su PBI al 2050 si no toma acciones.

Es cierto que el Perú no es un gran emisor de –los que vulneran la capa de ozono–, pues solo representa el 0.1% del total mundial, pero sí es uno de los países que sufrirá los efectos en mayor magnitud.

Es por ello que afronta la responsabilidad de asumir un liderazgo en el combate contra el cambio climático y contribuir activamente con ideas e iniciativas, siempre y cuando también muestre su compromiso por disminuir su exposición.

Estudios recientes concluyen que la reducción de las emisiones de carbono no sería tan costosa y que existen formas para inducirla tales como los impuestos o el comercio de derechos de emisión, además de un mayor uso de energías renovables, que continúan abaratándose.

Los grandes emisores de carbono tienen que sentir la presión de los países vulnerables y el Perú debe estar al frente de ellos. Todavía estamos a tiempo.