Redacción Gestión

redaccion@gestion.pe

CONSTRUCCIÓN. El ministro de Vivienda, Construcción y Saneamiento, Milton von Hesse, ha declarado que, en agosto, se tendrá "una foto muy distinta" de la construcción, ya que el cronograma de obras será intenso, incluyendo las que tienen a su cargo los tres niveles de gobierno (nacional, regional y municipal). Entre enero y abril, la construcción acumulaba una caída de 7.31%, producto del menor ritmo en la edificación de, entre otros, hospitales, centros empresariales, conjuntos habitacionales y edificios de departamentos.

Es que el sector que otrora "embellecía" las fotos mensuales –PBI, inversión, empleo, industrias vinculadas– se ha convertido en uno de los patitos feos de la economía peruana. Si a las obras que están en agenda agregamos el potencial que podrían tener las nuevas modalidades de desarrollo inmobiliario sobre las que el Ejecutivo legislará (por encargo del Congreso), entonces el optimismo de Von Hesse estaría justificado.

Se trata del leasing, el alquiler-venta y el alquiler de viviendas. El primer esquema tendrá como protagonista al sistema financiero y tendría una naturaleza similar al leasing que hoy se aplica para la adquisición de otros activos. Los otros dos correrán por cuenta de las inmobiliarias. Y en los tres casos, la racionalidad parece tan lógica que uno se pregunta, ¿por qué no se les ocurrió antes?

Ahora le corresponde al Ejecutivo elaborar una normatividad clara y, en lo posible, facilitadora, a fin de que los esquemas resulten atractivos, tanto para los bancos, constructoras e inmobiliarias, como para la demanda, compuesta principalmente por familias de clase media y profesionales independientes que con las pocas oportunidades de financiamiento actuales, no forman parte del mercado al que se dirige la oferta habitacional.

Von Hesse dice que existe un stock de 20,000 viviendas que podrían colocarse bajo los nuevos esquemas, además que impulsarían la construcción de otras 30,000 durante el primer año de su aplicación. La foto ya no saldrá tan fea si además de claridad y adecuada difusión, el Gobierno crea un marco ágil para los procedimientos que esta novedad necesitará.