Redacción Gestión

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Propuestas Electorales. El debate entre los equipos técnicos de Fuerza Popular (FP) y Peruanos Por el Kambio (PPK), celebrado el domingo en Cusco, no hizo más que poner en evidencia que ninguna agrupación ha logrado enmendar sus fallas de índole programática. En el caso del grupo fujimorista, las promesas de mayor gasto carecen del sustento que debe contener la otra parte de la ecuación: las fuentes de los ingresos que cubrirán los aumentos de sueldos al sector público o el incremento del presupuesto para seguridad ciudadana, lucha contra la corrupción, educación, etc.

En el grupo de Pedro Pablo Kuczynski, lo que sigue faltando es claridad para comunicar sus propuestas. La gran mayoría de peruanos no integra directorios corporativos ni asiste a juntas de accionistas, de modo que no basta con repetir lo que dice su plan de gobierno.

Y a medida que avanza la campaña, PPK se ha visto forzado a ampliar su portafolio de propuestas populistas o a enredarse al tratar de explicar el futuro de la CTS.

Si al equipo de PPK se le achaca el error de pensar que los problemas estructurales de la economía peruana se solucionan creando ministerios (para las "regiones", para los jóvenes), el flamante vocero económico de FP, Elmer Cuba, no ha querido quedar atrás y ha propuesto una "Agencia de Desarrollo Productivo" para apoyar a las pymes informales.

Lo que sí confirmó el debate en Cusco fue que esta segunda vuelta se ha convertido en un ring de boxeo. Abundaron los reproches a los técnicos que formaron parte de gobiernos anteriores (o del actual), así como los cuestionamientos a las capacidades profesionales y las críticas a los planes de gobierno, que falsas o verdaderas, tuvieron como objetivo convencer a los televidentes de que todo lo propuesto por el rival no sirve para nada.

Ninguno de los dos candidatos hacen hincapié en un plan de acción de largo plazo, y más bien se centran en ofrecer soluciones de inmediata ejecución sin señalar cómo las van a financiar.

No se trata de administrar un gobierno de cinco años sino que se tiene que planear cómo administrar un Estado y un país que dure para toda la vida. El debate del próximo domingo en Piura es una oportunidad para ambos candidatos.