Editorial: Error corregible

BANCO CENTRAL DE RESERVA. Los estudiantes de Economía no suelen exhibir un espíritu combativo, pero cuando no hay argumentos válidos parecen estar dispuestos a hacerse escuchar. Es lo que ha ocurrido con la inexplicable elección de dos miembros del directorio del Banco Central de Reserva (BCR), la semana pasada en el Congreso. Al pronunciamiento de los alumnos de la Universidad del Pacífico, secundado por sus compañeros de otras como San Marcos y Ruiz de Montoya, le siguió la convocatoria a una marcha de protesta para el próximo martes.

Si bien Chlimper ya fue director del BCR durante el Gobierno aprista, en ese entonces no pesaba sobre él ninguna duda de índole legal. El caso de Rey tiene que ver con la falta de experiencia. No es economista ni especialista en finanzas, de modo que habría que preguntarse qué podría aportar ante situaciones complicadas –como un shock externo, un fuerte ingreso de dólares o un salto en la inflación– que exijan el uso de instrumentos sofisticados de política monetaria.

Ser o no miembro de un partido no implica una automática inhabilitación para ser nombrado, pero sí estar envuelto en un caso judicial. Asimismo, decir que se va aprender revela la incapacidad para asumir el cargo. Además, durante la campaña, Keiko Fujimori prometió proponer para el BCR a gente independiente y con experiencia.

Lo que esperaría el país es que las bancadas de Fuerza Popular (FP) y del Apra –que propusieron a José Chlimper Ackerman y Rafael Rey Rey, respectivamente–, reconsideren su decisión. Sin embargo, la actitud que están asumiendo ambos grupos demuestra que eso no sucederá. Lamentablemente, no solo está en juego la autonomía del BCR sino también la buena imagen que el Perú se ha labrado en materia de estabilidad monetaria. Solo queda confiar en la capacidad e independencia de los cinco economistas del directorio.

Para evitar que este tipo de situaciones se repita es momento de revisar el proyecto de ley que propone que la designación del presidente y los directores del BCR no coincida con el ciclo político de cada presidente de la República.