PROYECTOS DEL EJECUTIVO. Con dos de los cargos más importantes del Gobierno bajo su responsabilidad (el Consejo de Ministros y el MEF), Fernando Zavala tiene que multiplicarse para coordinar con los otros miembros del Gabinete y para dirigir la política económica, aunque su faceta más complicada es negociar con la mayoría opositora en el Congreso, que a pesar de los últimos ofrecimientos de sus líderes, todavía parece dispuesta a dificultar todo lo que el presidente Pedro Pablo Kuczynski y su equipo intenten hacer.

En materia de política económica, el titular del MEF ha redoblado su apuesta legislativa. La semana pasada, anunció que presentará ocho proyectos de ley orientados a reactivar la economía, que se suman a los cuatro que ya se encuentran esperando ser debatidos. De esa docena de iniciativas, más de la mitad podría tener impactos en el corto y mediano plazos. Destaca el régimen de recuperación anticipada del IGV para compras de bienes de capital en zonas de desastres naturales, que serviría como un impulso a la inversión privada en el norte del país y actuaría como complemento a la inversión pública que vendrá con la reconstrucción. En esa misma línea figura la creación del régimen de obras por terrenos. Pero la reconstrucción va a necesitar algo más que buenas normas y directrices, requerirá la presencia ejecutiva de Pablo de la Flor, de lo contrario hay el riesgo de que se empantane. Por lo pronto, en Piura, Chiclayo y Trujillo las críticas comienzan a multiplicarse, no solo por impaciencia sino por el diseño del plan y su ejecución.

Asimismo, hay propuestas de nuevas leyes para el mercado de capitales, hidrocarburos, cabotaje, además de la reforma de las entidades reguladoras y el necesario ordenamiento del sistema de cooperativas de ahorro y crédito. Hace un mes, el presidente Kuczynski entregó cinco proyectos de los cuales cuatro buscan afinar la política económica en temas como saneamiento, inspecciones laborales, expropiación de predios, entre otros.

Pero hay más. Zavala adelantó que solicitará mayor flexibilidad presupuestal para el 2018, a fin de que cada reasignación no tenga que pasar por el Legislativo. Si bien las leyes por sí solas no garantizan que las cosas se harán mejor, son un primer paso. Luis Galarreta y su bancada tienen la palabra. Lo que sí continúa ausente es la propuesta de reformas, pero esa es una tarea que se ve cada vez más lejana en este Gobierno.