Redacción Gestión

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CONFLICTOS SOCIALES. Se ha iniciando el último año del Gobierno de Ollanta Humala y todo hace prever que será el más complicado, no solo en materia económica. Esta semana, tres de los 209 conflictos sociales que existen, según la Defensoría del Pueblo, se han activado.

Hablamos de La Oroya por el caso Doe Run, Arequipa por el tema de Tía María y Loreto, incluida Talara, por la situación del lote 192.

La característica común a estos tres casos es que se trata de situaciones que se han generado hace tiempo y en las cuales el Ejecutivo ha preferido postergar la solución sin tomar acciones concretas.

Los problemas en La Oroya se iniciaron en el 2009, cuando la empresa Doe Run entró en insolvencia. Resultaba evidente la crisis social que eso generaría en una zona donde la mayoría de la población trabajaba en dicha compañía, sin embargo, poco o nada se hizo para contrarrestar la situación y conversar con la población sobre por qué no se pueden relajar los estándares de calidad ambiental. Se ha esperado llegar a fechas perentorias y a un bloqueo de carreteras para recién establecer una mesa de diálogo que evalúe propuestas alternativas para el funcionamiento del complejo metalúrgico.

El caso de Tía María podría ser mucho peor. Luego de semanas de enfrentamientos en el valle de Tambo se estableció una tregua de 60 días, durante los cuales, salvo una campaña publicitaria llevada adelante por la empresa, nada se hizo para conversar con la población que nuevamente se está movilizando y evalúa la posibilidad de retomar un paro indefinido contra la citada inversión.

El tercer caso emblemático es el del lote 192, un problema que tiene más de dos años y cuya solución se fue postergando, con las ya conocidas consecuencias.

En todos los casos, el Gobierno ha preferido la ambigüedad, le ha faltado contar con políticas sectoriales integrales y claras, y no ha tenido la decisión para adecuar las regulaciones que fueran necesarias. Por otro lado, la comunicación con información clara es fundamental y el Gobierno está inmerso en una encrucijada por olvidar esa premisa. Esperamos que en los pocos meses que quedan pueda revertir esta situación, sobre todo teniendo en cuenta que existen 132 conflictos en los que no se han generado espacios de diálogo.