PULSO PERÚ. La situación del Perú al finalizar el Gobierno de , tanto a nivel económico como social generó una gran expectativa en relación a lo que la siguiente administración pudiera lograr. Como sucede casi siempre, mientras más difícil es el problema mayor es el deseo por superarlo.

El primer sondeo luego de que asumiera la Presidencia mostraba un alto nivel de aprobación y de esperanza en la población. Hoy el panorama muestra cambios. El último fin de semana, la encuesta Pulso Perú le preguntó a la población si en los primeros dos meses de gestión se sienten avances en la reactivación de la economía del país, y el 60% respondió que no se sienten, mientras que para un 33% sí se sienten. Tampoco se perciben mejoras en materia de reactivación de la inversión (60%) ni en la lucha contra la inseguridad ciudadana (72%).

Pero mientras Pulso Perú responde a las expectativas a nivel país, la última encuesta de Expectativas Macroeconómicas del , realizada en setiembre, refleja que los empresarios aún mantienen elevada su esperanza en la mejora económica tanto a nivel de su negocio como del país, con ligeros incrementos con respecto al mes anterior. Hay que tener presente que en setiembre la encuesta de confianza del consumidor que realiza Apoyo en Lima y la de Gfk a nivel nacional mostraban que había dejado de crecer el optimismo. Pulso Perú confirma la tendencia.

Aun así, el 65% de los peruanos mantiene la esperanza en que las normas de las facultades tengan un impacto positivo.

Estos resultados merecen una mirada cuidadosa por parte del Gobierno para que la población no pierda la ilusión, pues si se acaba en breve la luna de miel el país va a pedir resultados inmediatos y no solo en materia económica sino también en seguridad y otros temas, más aún cuando la popularidad de PPK ha dejado de crecer.

Esta percepción eleva el reto del Gobierno de usar eficientemente las facultades legislativas para que puedan aplicar todas las medidas que necesitan según sus planes. Además, algunas tendrán que generar resultados a corto plazo pues el MEF adelantó que el efecto positivo de todo el paquete recién se verá a finales del 2017. Pero también implica un reto de comunicación, pues tal como dijo días atrás la viceministra de economía, Claudia Cooper, hay un riesgo de sobreemocionarse y que el alto nivel de ilusión de la población se convierta en un boomerang.