FISCALIZACIÓN. A diferencia de lo sucedido en el pasado, el actual Congreso está tratando de actuar con mayor cuidado al momento de iniciar las investigaciones al Gobierno anterior. Luego de varias horas de debate la representación nacional optó por darle facultades a la Comisión de Fiscalización para poder investigar "la intromisión, actos y hechos en los que pudiera haber incurrido" Nadine Heredia, y que "configurarían la usurpación de funciones y otros presuntos delitos", dejando así de lado la costumbre de sus antecesores de crear megacomisiones. Aunque aún está por debatir la propuesta del congresista Becerril para crear dos grupos especiales de investigación.

Sin duda, es un paso adelante, pero ahora el reto del Congreso será no investigar para los medios o buscando titulares, es decir, deben evitar repetir los errores del contralor Édgar Alarcón. Asimismo, sus investigaciones no deben estar basadas únicamente en reportes periodísticos, es necesario darle un sustento real al procedimiento. Además, no deben olvidar que tan importante como fiscalizar el pasado es mantener los ojos abiertos en el presente.

En el caso puntual de la ex primera dama, existen indicios suficientes que justifican la investigación. En más de una ocasión, de manera pública Nadine Heredia utilizaba términos como "mis ministras", "nuestro gobierno" u otros similares. Incluso, a inicios del 2014 corrigió al entonces premier César Villanueva, quien señaló que el Gobierno evaluaba junto al MEF un aumento al sueldo mínimo, anuncio al que ella respondió diciendo: "Ese tema no está en discusión en este momento". Este incidente generó la salida del premier y la primera dama fue avalada por el ministro de Economía, Luis Miguel Castilla. Este tipo de situaciones, según los rumores, se repetía con mayor frecuencia en el ámbito privado.

Aunque Nadine Heredia asegure que la investigación es solo una venganza política, la verdad es que sus actitudes han dado pie a la misma. Le corresponderá ahora al Congreso encontrar mucho más que indicios, para poder entregar un informe final con base en pruebas sólidas que descarten el ánimo de venganza y lo ayuden a recuperar su prestigio.