Redacción Gestión

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Huaicos. La geografía peruana hace que todos los años diversas zonas del país se vean afectadas por desastres naturales. Lluvias abundantes que generan huaicos o desbordes de ríos y conllevan pérdidas de vidas y bienes, fríos extremos que producen heladas y matan seres humanos y animales, y sismos.

Cierto es que no podemos hacer nada para que no llueva, para que no haga frío o para que la tierra no "tiemble". Sin embargo, sí podemos, y debemos, lograr que esos desastres naturales no causen siempre el mismo nivel de daños.

La tarea de prevención le corresponde a todos, al Gobierno nacional que a través de Indeci tendría que establecer políticas claras de acción pre y post desastre, donde están los sistemas de alerta temprana, la supervisión, seguimiento y evaluación de la implementación de los procesos de preparación, respuesta y rehabilitación y las demás labores que, según su norma de creación, le corresponden.

A los gobiernos locales que deberían realizar refuerzo de puentes y caminos, muros de contención, limpieza de cauces. Parece increíble, por ejemplo, que el alcalde de Chosica, con 20 años de labor, no haya podido implementar acciones concretas para minimizar los daños en su localidad.

Pero la prevención también le corresponde a la población. Este huaico pasará, como han pasado los otros, y las personas volverán a construir sus casas en zonas de alto riesgo, haciendo oídos sordos a todas las recomendaciones de los especialistas.

Dicen que loco es aquel que haciendo siempre lo mismo espera resultados distintos, ojalá el anunció del presidente de realizar algunas expropiaciones necesarias para darle desfogue al huaico, se cumpla, (pagando el justiprecio correspondiente y en el más breve plazo). Esa sería una clara señal de un positivo cambio de rumbo.

El Perú pierde 73 millones de dólares cada año a causa de los desastres naturales, según un informe divulgado hace dos años por la Coordinadora Residente del Sistema de las Naciones Unidas. Ese es un lujo que no podemos darnos, sobre todo cuando afecta vidas humanas.