Martín Vizcarra, presidente de la República. (Foto: USI)
Martín Vizcarra, presidente de la República. (Foto: USI)

PULSO PERÚ. Sin duda, los errores cometidos por el Gobierno en apenas 75 días empiezan a pasar factura. La desaprobación del presidente Vizcarra aumentó 25 puntos porcentuales en un mes, llegando a 44%, apenas un punto por debajo de su aprobación, que a su vez cayó, según lo muestra la última encuesta de Pulso Perú elaborada para Gestión.

Si bien la desaprobación sube en todas las regiones, en el sur, el incremento es de 41 puntos. Además, en los sectores socioeconómicos C y E la desaprobación ya supera a la aprobación. Las diversas marchas y contramarchas del presidente, de las que hablábamos ayer en esta columna, han generado que las consultoras de riesgo político y las agencias clasificadoras hagan hincapié en la falta de capacidad política del Gobierno para avanzar en cualquier reforma que pueda resultar impopular y de la carencia de operadores políticos y representantes en el Congreso.

En algo más de dos meses también se ha hecho evidente para la población que el mandatario se mantiene en piloto automático (55%) sin intentar asumir nuevos retos, más allá de la retórica de sus mensajes, y si bien pocos esperaban grandes reformas de su Gobierno, ahora preocupa que no pueda sostener lo avanzado y que la presión de la población le impida apoyar las medidas necesarias para garantizar el equilibrio fiscal, sin dar marcha atrás ante la primera queja.

Pero no solo eso, los peruanos también perciben que no hay liderazgo en el Gabinete y más bien para el 63% cada ministro se maneja por separado. Lo sucedido con el exministro David Tuesta muestra que este camino en solitario de los ministros les puede costar el puesto en el momento menos pensado.

Aun así, no todo está perdido para Vizcarra, pues la encuesta muestra que aún tiene oportunidades. Por ejemplo, en una escala de 1 a 5 donde 5 es el puntaje más alto en liderazgo, un 31% lo califica con 3, igual puntaje le da la mayoría en temas como capacidad para gobernar, transparencia y esperanza. En el promedio general la calificación del mandatario es de 2.55.

Este resultado le deja aún al presidente la posibilidad de mejorar. Para ello requiere generar certidumbre y brindar confianza, tanto él como el presidente del Consejo de Ministros y todo el Gabinete. No basta dialogar, es indispensable tomar decisiones, aunque estas no sean populares.