Por más de cinco horas debatieron la moción de vacancia presidencial por PPK, presentada por el Frente Amplio. (Foto: USI)
Por más de cinco horas debatieron la moción de vacancia presidencial por PPK, presentada por el Frente Amplio. (Foto: USI)

CRISIS POLÍTICA. Por una clara mayoría el Congreso aprobó el pedido de vacancia y el presidente deberá presentarse el día jueves ante el pleno para defender su cargo y desvirtuar el argumento de incapacidad moral.

En el pedido de vacancia se fija hasta en tres momentos cuál es la incapacidad moral que se le imputa: “faltar a la verdad”, ello debido a que desde el primer momento en que se habló de una relación laboral entre el presidente Kuczynski y Odebrecht, sus respuestas no han sido completas y sus explicaciones se han dado a cuentagotas.

Ayer frente a cinco periodistas, el presidente Kuczynski dio una entrevista tratando, nuevamente, de explicar —quizá con un poco más de profundidad— qué fue lo que pasó entre su empresa Westfield Capital y Odebrecht. Lamentablemente, sus declaraciones han sido todavía insuficientes para despejar las dudas, pues si bien explicó que fue Gerardo Sepúlveda quien estaba a cargo de la empresa mientras él se encontraba cumpliendo funciones públicas, aún queda la sensación en la población de que hubo conflicto de intereses y la percepción de que todavía quedan cosas por contar.

Este jueves se deberá cumplir el debido proceso que establece la Constitución para tramitar la vacancia y para ello se tendrá que escuchar al presidente y valorar sus respuestas antes de que cada bancada decida su voto a favor o en contra de la vacancia.

Sin embargo, la sensación general es que este debido proceso será únicamente de forma, pues las diversas bancadas ya han definido su voto y allí el riesgo que corre el Parlamento es que la población sienta que realmente no se le ha dado una oportunidad al presidente y que la decisión no ha sido legítima, aunque sea legal. No hay que olvidar que según la reciente encuesta de Ipsos, si bien un 57% está a favor del pedido de vacancia, un 61% cree que PPK debería disolver el Congreso. Es que si bien la población desaprueba al Gobierno, también el Parlamento sale jalado.

El jueves el Parlamento deberá actuar legalmente y también legítimamente. En tanto, el presidente tendrá que esforzarse en despejar las dudas que hasta el momento persisten. Ambos deben fijar su posición de manera indubitable. La decisión que tomen podría terminar abriendo una caja de Pandora de consecuencias desconocidas.