Por Armando Cavero
Managing Partner AIMS International Perú
En medio de esta crisis económico-social desatada y aún no acotada en toda su extensión, los socios de AIMS hemos sostenido algunas conversaciones informales con amigos ejecutivos de alto nivel en proceso de recolocación, y casi sin excepción nos hacen dos preguntas: ¿cómo está el mercado? y ¿qué perfiles serían los más buscados?
Sobre la primera, a inicios de junio, compartimos en Gestión una encuesta a 50 grandes empresas del medio donde el 92% respondió que no haría nuevas contrataciones de altos ejecutivos este año. Una semana después, Gestión publicó una encuesta de la consultora EY© a 200 empresas, reflejando que el 84% de estas “decidió suspender sus procesos de contratación de personal” (sic).
La más que relativa coincidencia refleja una preocupante realidad: el mercado laboral se encuentra lento al extremo o incluso en un “stand by” cuyo final, así como la pregunta sobre cuándo acabará la crisis, tienen igual respuesta. No podemos predecirlo ni anticiparlo con certeza, solo adivinar escenarios muy cambiantes.
Esto respondería en parte la segunda pregunta pudiendo deducirse que, ante tales porcentajes, ningún perfil será buscado en particular o en absoluto a corto plazo. No obstante, por nuestra experiencia sabemos que hasta en los peores momentos se necesitará incorporar al ejecutivo adecuado, si este deviene en imprescindible.
En mi artículo “Una renovada realidad laboral” (Gestión 01.04.2020) intenté predecir una de las consecuencias de esta situación: la revaloración de los “baby boomers”, gestores exitosos de crisis anteriores.
Hoy agrego un intento de predicción similar: es probable que por la presión más aguda del momento en lo financiero, veamos más gerentes generales con marcado perfil de CFO asumiendo ese cargo, que antes de la crisis. Veremos si el tiempo me da la razón.
Me reafirmo en mi primera predicción: habrá ejecutivos que no darán la talla y que probablemente serán reemplazados por “baby boomers” con la experiencia comprobada y requerida. Si bien esto puede generar espacios y movimientos en el mercado laboral, no veo un rebote sustancial como para afectar los resultados de las encuestas, pero sí creo que puede haber alguna tendencia sobre los perfiles que serían los más apreciados o afectados, según se les mire.
Quienes tenemos algunos años en esta práctica, hemos navegado crisis como la de finales del siglo XX, con un país en fuerte recesión, inestable y muy complicado en lo político, o la financiera en setiembre del 2008. Hemos pasado también varios procesos electorales inciertos para los inversionistas y, por ello, ya hemos visto tendencias del mercado laboral ejecutivo que podrían repetirse, en especial para posiciones de Finanzas y Administración, Recursos Humanos, Operaciones y Comerciales. Para este último caso con un imprescindible acento tecnológico.
Una respuesta algo más moderada a la segunda pregunta puede pasar por decir que los espacios que se generen en los altos mandos ejecutivos serán pocos y hasta pueden cubrirse al interior de la organización promoviendo, reorganizando o fusionando posiciones ya existentes. Pese a esto, sí podemos esbozar algunas ideas generales sobre perfiles de “recambio”.
En crisis, lo habrá anticipado el lector, es usual que las gerencias financiero-administrativas sean las que estén sometidas, en primer término, a una gran presión y escrutinio de resultados. La súbita escasez de recursos económicos, el manejo del flujo de caja, el reperfilamiento del corto y mediano plazo, la revisión del presupuesto para el resto del ejercicio y lo incierto del diseño del siguiente, son retos a la subsistencia y viabilidad de la empresa que requerirán de un temple, conocimiento y experiencia más que normales.
Otra posición sensible en esta crisis será la de Recursos Humanos, no solo intentando mantener el nivel de compromiso, y en la medida en que pueda el entusiasmo individual y colectivo, sino diseñando esquemas de compensación simples y viables para ambas partes y, en general, velar simultáneamente por el bienestar de la empresa y sus colaboradores. Mucha imaginación, proactividad y un menos común razonamiento mixto de negocios y recursos humanos, serán claves para el éxito en esta posición.
El área de operaciones, específicamente en lo logístico, ha sido puesta a prueba por la resiliencia o no de una cadena de suministro con eslabones rotos o fisurados. La escasez general de proveedores y materias primas, la inmovilización de productos terminados a veces perecibles u obsolescentes y el transporte en general, son solo algunos de los eslabones afectados. No querría comparar por completo la crisis actual con las anteriores, pero la similitud del perfil del ejecutivo operativo-logístico para enfrentarlas, me parece apropiada.
En lo comercial, de la mano con lo logístico, las entregas de los productos se han visto seriamente impactadas y la venta misma ha pasado de física a virtual en un abrir y cerrar de ojos, dejando en “off-side” a quienes no tenían una estrategia u operación comercial virtual en ciernes o en marcha.
El perfil comercial con sesgo digital será hoy el estándar de facto para casi todos los negocios y es quizás donde más reemplazos provengan de fuera, siempre y cuando no se haya iniciado antes e internamente la transformación digital-comercial.
Finalmente, en AIMS International Perú vemos hasta con agrado que los procesos de Executive Search se van “virtualizando” casi por completo, modelo que aplicamos desde el 2010. En reciente encuesta citada por “HR Grapevine©”, “The Future of Work Survey” realizada por Cielo Talent© en el Reino Unido, ya un 59% de los candidatos son entrevistados por video, 65% de las ofertas de empleo se realizan sin presencia física de las partes y el 67% de los procesos de “onboarding”, se realizan virtualmente.
Todas las cifras acá mencionadas nos dibujan una realidad extremadamente diferente a la hasta ahora conocida. Toca a los directorios de las empresas, a sus ejecutivos y con ellos a nosotros los consultores, estar a la altura del reto, con serenidad y visión de futuro, como pocas veces antes, para enfrentar con éxito esta impuesta realidad.