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El negocio del retail está en constante evolución. La manera tradicional de comercializar productos de un tiempo a la fecha ha cambiado y han surgido nuevos formatos que generan una manera novedosa de adquirir productos o una mayor experiencia para acceder a ellos.

Entre los principales formatos que han surgido a la fecha se encuentran los pop up store, que son aquellos espacios que se arriendan en un lugar estratégico, por unos meses o incluso semanas. Suelen ser novedosos e itinerantes y no tienen por finalidad la venta del producto en sí mismo, sino que se desea promocionar u ofertar un producto diferente y creativo.

Los foodtrucks, también conocidos como restaurantes itinerantes, venden comida en espacios abiertos a través de camionetas y aplicando el mismo concepto. Los fashiontrucks comercializan ropa, zapatos y cosméticos y recorren la ciudad teniendo determinadas rutas establecidas para que sus clientes prueben y compren su producto.

Asimismo, con el comercio electrónico la tendencia mundial es que se pueda comprar los productos con tan solo un clic en una página web, por lo que surgen los pick up store, que consiste en arrendar un gran almacén o pick up en donde se recogen los productos comprados vía online.

Por otro lado, somos testigos del surgimiento de las tiendas por conveniencia como “Tambo” u “Oxxo”(cadena mexicana que pronto inaugurará su primer local en el Perú), cuyo formato consiste en ser locales de tamaño reducido, con un horario extendido que permite a los consumidores tener una mayor accesibilidad a los productos y que se dedican a la venta de artículos de conveniencia, como por ejemplo, productos de alimentación, consumo masivo, aseo personal, entre otros.

Sin embargo, a Paul MacDonald y Ashwath Rajan, dos extrabajadores de Google, se les ocurrió reducir esa distancia de caminar hacia la tienda para recoger un producto, surgiendo así un nuevo formato denominado smart store kiosko, por lo que crearon una startup de retail denominada “Bodega”, la cual ha recaudado fondos por aproximadamente US$ 2.5 millones de inversionistas tales como First Round Capital, Forerunner Ventures y Homebrew; así como de altos ejecutivos de Facebook, Google, Twitter y Dropbox.

Para empezar, debemos resolver la pregunta: ¿qué es un kiosko? Si bien no existe una definición jurídica de este término, podemos indicar que es una especie de caseta abierta al público en el cual se expenden determinados productos, como comida, periódicos o revistas.

Pero ¿en qué consiste un smart store kiosk? Se trata de una especie de máquina o armario lleno de productos, donde los clientes deben crear una cuenta que vincule su información bancaria recibiendo una contraseña; es decir, mediante el aplicativo móvil se le cobrará automáticamente al cliente con tarjeta de crédito lo que quiera comprar. Luego de ello, utilizan su código para abrir cualquiera de estos kioskos y eligen el producto que es no perecible.

No hay personas como en las tiendas de conveniencia que atiendan al público; es decir, eliminan la interacción humana porque se les considera máquinas con inteligencia artificial, ubicándose en lugares como edificios de vivienda, oficinas y gimnasios, entre otros. Por otro lado, la compañía vigilará la compra de cada uno de sus clientes a través de cámaras de seguridad, cuyo costo se le cargará al cliente en su tarjeta de crédito.

Asimismo, “Bodega” tendrá información de qué productos se vendieron, quienes compran y luego predecirá el tiempo que deben recolocar los productos, es decir, que se reabastecerán en función de los hábitos de compra de los consumidores.

Estos ejecutivos recibieron múltiples críticas cuando se anunció que estas máquinas se instalarían en Nueva York, ya que podría peligrar el funcionamiento de las auténticas bodegas tradicionales. Por otro lado, se indicó también que este concepto era similar a la de una máquina expendedora o que podría tener problemas con los datos personales de sus consumidores.

Cabe mencionar que la comunidad latina en Nueva York consideró que el término “Bodega” era un nombre ampliamente utilizado por los inmigrantes, los cuales crearon este concepto para ayudar a la comunidad contra racismo.

Al respecto, Paul McDonald respondió que el concepto de las bodegas existentes puede almacenar miles de productos, mucho más que lo que se podría colocar en unos pocos estantes. Comentó que escogió dicho nombre haciendo un homenaje a la tienda de la esquina local, a las personas que la dirigían y a su lugar en la conciencia colectiva.

Sin embargo, luego de diez meses de lanzada su startup, mediante el uso de las redes sociales se ha disculpado y ha cambiado en agosto del 2018 el nombre a Stockwell. Veremos qué pasa.

Por Annalucia Fasson Llosa
Asociada senior del Estudio Muñiz