FOTO 3 | Contrato de trabajo para la formación y el aprendizaje  

Esta modalidad contractual se configura como un instrumento destinado a favorecer la inserción laboral y la formación de las personas jóvenes, en un régimen de alternancia de actividad laboral retribuida en una empresa con actividad formativa recibida en el marco del sistema de formación profesional para el empleo o del sistema educativo.

Se podrá celebrar este contrato con trabajadores mayores de 16 años y menores de 25, (menores de 30 años hasta que la tasa de desempleo se sitúe por debajo del 15%), que carezcan de la cualificación profesional reconocida por el sistema de formación profesional para el empleo o del sistema educativo requerida para concertar un contrato en prácticas para el puesto de trabajo u ocupación objeto del contrato. El límite máximo de edad no será de aplicación cuando el contrato se concierte con personas con discapacidad ni con los colectivos en situación de exclusión social ni en los supuestos de contratos celebrados con alumnos participantes en proyectos de empleo y formación. (Foto: Pixabay)
FOTO 3 | Contrato de trabajo para la formación y el aprendizaje Esta modalidad contractual se configura como un instrumento destinado a favorecer la inserción laboral y la formación de las personas jóvenes, en un régimen de alternancia de actividad laboral retribuida en una empresa con actividad formativa recibida en el marco del sistema de formación profesional para el empleo o del sistema educativo. Se podrá celebrar este contrato con trabajadores mayores de 16 años y menores de 25, (menores de 30 años hasta que la tasa de desempleo se sitúe por debajo del 15%), que carezcan de la cualificación profesional reconocida por el sistema de formación profesional para el empleo o del sistema educativo requerida para concertar un contrato en prácticas para el puesto de trabajo u ocupación objeto del contrato. El límite máximo de edad no será de aplicación cuando el contrato se concierte con personas con discapacidad ni con los colectivos en situación de exclusión social ni en los supuestos de contratos celebrados con alumnos participantes en proyectos de empleo y formación. (Foto: Pixabay)

Lucas Reaño
Gerente de Programas Institucionales de LHH DBM Perú

En mi experiencia como consultor en temas de empleabilidad y transición laboral, he conversado con diversos jóvenes talentosos, exitosos, con una formación privilegiada.

Me refiero a profesionales con MBA, maestrías especializadas, y con buena experiencia en el mercado que tienen algunas demoras en su recolocación laboral, ¿qué puede estar ocurriendo?, ¿qué barreras deben vencer parar recolocarse laboralmente y alcanzar el éxito deseado?

Veamos algunos aspectos que pueden estar deteniendo su recolocación:

1. Cree en ti mismo.
La falta de creer y tener confianza en sí mismo, puede estar limitando todo el potencial que tienes. Leyendo los mensajes que transmitía David Garret en su concierto de violines me puse a pensar en esos casos que se presentan en el mundo laboral y me inspiró mucho la profundidad de estas palabras: “dentro de ti está toda su fuerza y tu divinidad, todo lo que necesitas. Es el miedo que no permite darte cuenta de ello, pero recuperarás tu poder cuando dejes de tener miedo y de creer que te están manipulando””. Tienes que creértela, piensa como contribuyes a los resultados de la empresa para la cual trabajas, cree fuertemente en ello y grítalo, eres un gran contribuyente en ese objetivo.

2. Conócete.
Es importante conocerse mucho, la mayoría se sorprende frente a la pregunta, ¿háblame de tus fortalezas?, simplemente porque no lo han interiorizado, no lo tienen estructurado. Tenemos muchas fortalezas, talentos, habilidades, competencias de liderazgo, logros, motivaciones, metas y valores, que son tan necesarios para promocionar el gran producto que somos, pero no lo decimos. Si no dices nada bueno de ti - sin soberbia por supuesto - simplemente no podrás venderte. Piensa cómo podrías vender un producto sin mencionar sus grandes características. Analízate para poder creértela y venderte al mercado, siempre con confianza y seguridad.

3. Ten un plan y objetivo claro
Muchos no tienen un norte en el tema laboral. Estamos en un trabajo por diversas razones y hemos seguido adelante, y no hemos interiorizado qué queríamos hacer con nuestra vida profesional, y ahí viene una expresión de George Land, que decía que “los seres humanos decidimos morir o elegimos crecer”. Entramos en una empresa y buscamos sobrevivir en ella, no hacemos nada por reinventarnos cada día, nos sentirnos seguros del trabajo que tenemos y creemos que lo tendremos toda la vida. Es nuestra responsabilidad reinventarnos a diario y tener una ruta que nos indique dónde queremos llegar y cuándo queremos hacerlo.

4. Define una estrategia
No basta tener un objetivo claro, hay que definir la estrategia para llegar a ese punto. Yo puedo querer ser gerente, pero debo preguntarme ¿qué debo hacer para llegar ahí? y muy importante saber ¿qué puedo ofrecer?,¿cuál es mi oferta de valor? Te contratarán por el beneficio económico que representará tu ingreso a la compañía.

5. Alinea tus objetivos a los de la organización a la cual te incorpores
Una vez que llegues a cumplir tu objetivo de recolocación, alinea tus objetivos hacia los objetivos de esa nueva organización; de lo contrario, tu vida en esa empresa no será duradera. La falta de alineamiento podría impactar negativamente en tu nivel de empleabilidad.