Mandatario ruso Vladimir Putin (Foto: Reuters)

El presidente ruso, Vladimir Putin, anunció el miércoles que se presentará a las elecciones de marzo de 2018 para intentar lograr un cuarto mandato como jefe de Estado, lo que lo mantendría en el poder hasta 2024.

Este anuncio, muy esperado, pone fin a meses de suspenso y de tergiversaciones del Kremlin sobre las intenciones de Putin, en el poder ininterrumpidamente como presidente o primer ministro desde hace más de 17 años.

"Anuncio mi candidatura al cargo de presidente de Rusia", declaró Putin durante un encuentro con obreros de una fábrica en la ciudad de Nijni Novgorod, retransmitido en directo por televisión.

"Rusia seguirá yendo adelante y en, este movimiento hacia adelante, nadie la parará nunca", lanzó.

Unas horas antes, el presidente había mantenido el suspense durante un foro de voluntarios de diversas oenegés en Moscú, donde prometió tomar "muy próximamente" una decisión sobre su candidatura, de la que dudaban pocos observadores.

"Estoy siempre con ustedes", había dicho enigmáticamente respondiendo a un voluntario que le preguntó si "seguiría" con los rusos en 2018.

"Es siempre una decisión muy importante para cualquier persona, porque la motivación debe venir únicamente de la voluntad de mejorar la vida en este país, de hacerlo más poderoso, mejor protegido", agregó el presidente.

"Pero sólo se puede llegar a eso con una condición: si la gente confía en usted y le apoya", agregó, antes de preguntar a la multitud: "si tomo esta decisión, ¿tendré su apoyo y el de quienes les son cercanos?".

La multitud había gritado "¡Sí!", bajo una lluvia de aplausos.

La espina Navalny
Muchos rusos alaban a Putin, que llegó a la presidencia en 2000 en un país de poder inestable y economía debilitada, por haber devuelto estabilidad y prosperidad a Rusia, gracias a un importante maná petrolero que duró años. Sus detractores le reprochan un claro retroceso en los derechos humanos y las libertades.

Presidente de la Federación Rusa de 2000 a 20008, Putin fue después primer ministro durante la presidencia de Dmitri Medvedev, antes de volver a ser elegido jefe de Estado en 2012. Ya había sido primer ministro de Boris Yeltsin de 1999 a 2000.

El principal opositor al Kremlin, Alexi Navalny, que pretende desafiar a Putin en las elecciones dentro de cuatro meses, reaccionó en Twitter ironizando sobre la longevidad política del presidente ruso.

"En mi opinión, es mucho. Propongo que nos opongamos", escribió.

Carismático bloguero anticorrupción con acentos a veces nacionalistas, Navalny organizó dos manifestaciones antigubernamentales de gran alcance en marzo y junio. Recibió numerosas condenas judiciales y pasó varios periodos cortos en detención.

Sin embargo, su futuro político sigue sin estar claro: la comisión electoral excluyó su participación en las elecciones debido a una condena por malversación de fondos que él denuncia como falsa y fabricada para alejarlo de la carrera al poder.

El principal partido pro Kremlin, Rusia Unida, ya anunció sin sorpresas que apoyará la candidatura de Putin, mientras que Viacheslav Volodin, el presidente de la Duma -la cámara baja del parlamento ruso- se declaró "feliz" por el anuncio del presidente.

El exdirigente de la Unión Soviética, Mijaíl Gorbachov, también celebró la decisión de Putin. "La sociedad está hoy a favor de que Vladimir Putin siga siendo presidente, y eso tiene una gran importancia", dijo, según la agencia oficial TASS.

"Es un día histórico, un día de celebración para nosotros", escribió por su parte el dirigente checheno Ramzan Kadirov, en la red social Instagram.

La OTAN acogió la decisión de Putin con ironía. "Nosotros no interferimos en las elecciones presidenciales rusas, así que no tengo nada que opinar", declaró el secretario general de la Alianza, Jens Stoltenberg, en alusión a las acusaciones de injerencias rusas en comicios europeos y en las elecciones estadounidenses de 2016.

Putin deberá enfrentarse en las presidenciales a los tradicionales candidatos del Partido Comunista y de los nacionalistas del LDPR, así como a la estrella de televisión Ksenia Sobtchak, cercana a la oposición y que espera atraer los votos de los rusos descontentos con la situación del país.

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