carne de res
carne de res

La cocina basada en plantas fue una de las tendencias alimentarias más importantes del 2018. Al mismo tiempo, las ventas de carne vacuna resultaron masivas.

Nielsen ha informado que la carne de res experimentó el mayor cambio en las ventas en Estados Unidos en los últimos años, con casi 11% más de libras vendidas en el 2018 que en el 2015. Se espera que el consumo de carne continúe aumentando, a 58.8 libras (26.6 kilogramos) por persona en el 2019, un 2.8% más que el año pasado, según las previsiones del Cattle Site.

Mientras que el 55% de los estadounidenses todavía compra su carne en los mercados de servicio completo, un segmento creciente está pasándose a internet para encontrar productos más especializados. Las compras de carne online han aumentado del 4% en el 2015 al 19% en el 2018. Hay tres razones principales: los clientes buscan un producto de mayor calidad, sostenible y rastreable.

Entonces, mientras que minoristas tradicionales como Kroger, Albertsons e incluso Whole Foods han hecho poco para innovar —corregir el rumbo de una cadena de tiendas físicas lleva tiempo— ahora los consumidores están a un clic de distancia de la carne vacuna de mejor calidad y de los cortes más esotéricos, como wagyu, la decadente carne con veteado intenso del vacuno japonés, que lidera el avance. Las búsquedas de Google para “wagyu beef” aumentaron más del triple en los últimos cuatro años.

"Hace solo un par de años, consumidores y ganaderos nos preguntaban constantemente ‘¿Qué es el wagyu?’. Esos días parecen haber quedado atrás", dice George Owen, director ejecutivo de la American Wagyu Association.

Cortes básicos
El árbitro de la calidad de la carne estadounidense ha sido durante mucho tiempo el Departamento de Agricultura de EE.UU. La calificación más alta del organismo gubernamental es USDA prime, que proviene de ganado de animales jóvenes (tradicionalmente alimentados con granos) con abundante veteado.

Pero no se encuentra mucho de eso en los supermercados locales. En su lugar, la mayoría de los mercados ofrecen un mostrador de carnes surtido con elementos básicos (con guiños ocasionales a alimentos orgánicos, de animales alimentados con pasto o sin antibióticos) y un congelador provisto de cortes de básicos como la carne picada y el cuadril.

“A los comerciantes les cuesta modificar las presentaciones para cada categoría de compradores y, en cambio, se apegan a ofrecer lo mismo para todos. Y, lo que es más importante, ya no hay un solo consumidor de carne ", dice Anne-Marie Roerink, experta en venta minorista de alimentos, de 210 Analytics.

El precio dicta las compras de carne en carnicerías y supermercados el 33% de las veces; la apariencia influye en el 26%, según una encuesta que realizó Roerink en el 2018, denominada Power of Meat.

En la encuesta, Roerink informó que el 53% de los compradores adquiere carne en los supermercados por la rapidez y la comodidad que estos brindan. Cuando se compra online, en cambio, se pueden pasar horas aprendiendo los detalles de la cría de animales, los perfiles de sabor y los métodos de cocción.

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