Naciones Unidas subraya que si continúan los actuales problemas en el tráfico marítimo los precios de las importaciones a nivel mundial aumentarán 11%, como consecuencia de la subida de precios de los fletes. (Foto: Getty Images)
Naciones Unidas subraya que si continúan los actuales problemas en el tráfico marítimo los precios de las importaciones a nivel mundial aumentarán 11%, como consecuencia de la subida de precios de los fletes. (Foto: Getty Images)

Los precios generales de la cesta de la compra global subirán como media un 1.5% hasta el 2023 en relación con los niveles prepandemia a causa de la actual subida del coste del transporte marítimo, que mueve un 80% de esos productos y sigue afectado por la pandemia y los cuellos de botella en la producción.

Ésta es la principal conclusión que emite la Conferencia de las Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo (Unctad) en su informe sobre el tráfico marítimo, en un momento de preocupación por la situación de la cadena global de suministro, aún no adaptada a la fuerte demanda que inesperadamente trajo la pandemia.

Comercio marítimo necesitado de cambio

El informe vaticina “dramáticos repuntes en las tarifas de los fletes, importantes subidas de precios para consumidores e importadores y posibles cambios en los patrones comerciales debido a las tensiones comerciales y a la búsqueda de una mayor resiliencia”.

Volver a la normalidad requeriría invertir en nuevas soluciones, incluyendo infraestructuras, tecnología de transporte de mercancías y digitalización, o medidas de facilitación del comercio”, sugirió en la presentación del informe la secretaria general de la Unctad, Rebeca Grynspan.

Naciones Unidas subraya que si continúan los actuales problemas en el tráfico marítimo los precios de las importaciones a nivel mundial aumentarán 11%, como consecuencia de la subida de precios de los fletes.

Por ejemplo, indica el informe, el coste del envío de contenedores desde el puerto chino de Shanghái a Europa, una de las principales rutas comerciales, era de US$ 1,000 por TEU en junio del 2020, una cifra que aumentó a US$ 4,000 a finales de ese año y rozó los US$ 8,000 a mediados del actual.

Estas subidas acaban afectando a los consumidores, que “tendrán un 1.5% menos de dinero en sus bolsillos” en el 2023, explicó el principal autor del estudio, Jan Hoffmann, experto en comercio y logística de la Unctad.

Las subidas se notarían especialmente en bienes de bajo valor añadido (muebles, textiles...) para los que se prevé un aumento de precios del 10.2%, aunque también habría subidas importantes en productos plásticos (9.4%), vehículos (6.9%) o maquinaria (6.4%), entre otros.

Freno en el crecimiento

El informe también prevé una ralentización del crecimiento del comercio marítimo, que tras haber aumentado a un promedio anual del 2.9% en las dos últimas décadas crecerá anualmente sólo un 2.4% entre el 2022 y 2026, de acuerdo con las estimaciones de la ONU.

En el 2020, año marcado por la pandemia de COVID-19 y que dejó durante meses varados a 400,000 marineros del sector de carga a causa de las medidas sanitarias, el comercio marítimo se desplomó un 3.8%, aunque ha rebotado un 4.3% en el 2021, un ritmo que se reducirá a 3.2% en el 2022 y a 2.4% en el 2023, calcula el informe.

La subida de precios y la ralentización del crecimiento del comercio marítimo se deben en parte, según los responsables del estudio, al aumento de la demanda de productos que se ha producido a causa de la pandemia.

Hubo más demanda de lo que se esperaba: en un principio se pensó que ésta bajaría como ocurrió en la crisis financiera del 2008, pero creció en lugares como Estados Unidos o Europa”, explicó Hoffmann.

Aunque bajó la demanda de servicios, creció la de productos, que necesitan mucho más del comercio marítimo: “La gente ya no podía ir al restaurante, al cine o a la peluquería, así que compró cosas, algo ahora muy fácil gracias al comercio electrónico”, añadió.

A ello se han sumado problemas en la vertiente de la oferta derivados de la crisis sanitaria: las medidas de prevención han aumentado el tiempo de atraque en los puertos, retrasando con ello los envíos, hasta el punto de que un buque de contenedores tarda como media un 20% más de tiempo en llegar a su destino.

Los cuellos de botella más importantes se produjeron en la costa oeste de Estados Unidos en la primera mitad del 2021, y desde allí eso tuvo impacto en todo el mundo”, afirmó la directora de tecnología y logística de la Unctad, Shamika Sirimanne.

Suez empeoró el panorama

Otros factores han contribuido a los problemas en la oferta, como los retrasos generales que produjo en marzo el encallamiento durante varios días del buque de carga Ever Given, bloqueando con ello el canal de Suez, uno de los principales lugares de paso del transporte de carga mundial.

A ello se suma, explica Hoffmann, el proceso de descarbonización que el transporte marítimo está intentando acometer para contribuir al freno del calentamiento global.

La forma más fácil de hacerlo para estos buques es reducir su velocidad, con lo que emiten menos contaminantes, otro factor que encarece los costes y retrasa la cadena de montaje global.

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