Este año tenía un calendario lleno de importantes torneos deportivos como los Juegos Olímpicos, Copa América y Eurocopa. Sin embargo, el coronavirus hizo que estas competencias fueran canceladas y postergadas. (Foto: AFP)
Este año tenía un calendario lleno de importantes torneos deportivos como los Juegos Olímpicos, Copa América y Eurocopa. Sin embargo, el coronavirus hizo que estas competencias fueran canceladas y postergadas. (Foto: AFP)

El 2020, marcado por la pandemia, fue para la industria deportiva un año de calcular pérdidas durante la paralización de las competiciones, reinventar su regreso en base a burbujas sanitarias, asistir al impulso de los ‘eSports’ y terminar con dudas sobre el esquema competitivo del fútbol europeo.

La cancelación de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 y las competiciones futbolísticas del verano (Eurocopa, Copa América), la paralización y posterior reinicio sin público de la Liga de Campeones, la NBA, la Fórmula Uno, MotoGP o las grandes vueltas ciclistas por etapas forzaron a las entidades a sobrevivir sin ingresos de taquilla, confiando casi todo a la televisión.

Por otra parte, el 2020 dio un espaldarazo a los ‘eSports’ hacia el gran público, propiciado el crecimiento de las empresas de comercio electrónico deportivo y las alternativas de ejercicio físico desde el domicilio, así como el final de los confinamientos estrictos ha estimulado los deportes al aire libre y en solitario, como el ciclismo, la carrera o la caminata.

Sin juegos, Eurocopa ni Copa América

El COVID-19 pudo con todo el deporte mundial. Salvo contadísimas excepciones, todas las competiciones pararon, y algunas para no regresar en el 2020, como los Juegos Olímpicos de Tokio, la gran cita del deporte mundial aplazada por un año, lo que supondrá un coste adicional de unos 1,600 millones de euros, según cálculos del comité organizador revelados por medios locales, una sexta parte del coste inicial, cifrado en 10,800 millones de euros.

También los principales torneos de fútbol de selecciones continentales tuvieron que dar su brazo a torcer. El aplazamiento de la Eurocopa al 2021 supondrá un impacto de entre 100 millones y 200 millones para la UEFA; mientras que la Conmebol también decidió retrasar en un año la Copa América que iban a organizar Argentina y Colombia.

Paralización en marzo y pérdidas millonarias

La paralización prácticamente total de las competiciones entre marzo y junio provocó un escenario sombrío, que en el caso de LaLiga española preveía pérdidas de 1,000 millones de euros, reducidas a 300 cuando se consiguió reiniciar el campeonato en a partir de junio. También continuaron la Bundesliga alemana, la Serie A italiana y la Premier League inglesa, pero no la Ligue 1 francesa.

La Fórmula Uno, que perdió en el primer semestre del 2020 por las cancelaciones más de 650 millones de euros en ingresos frente al mismo periodo del año anterior, y en el tercer trimestre, pese a la recuperación de la competición sin público, aún echaba de menos más de 25 millones de euros respecto al 2019.

Burbujas sin público para salvar las competiciones

A partir de mayo, cuando se fueron superando las fases más agudas de la pandemia en el continente europeo, las competiciones comenzaron a buscar alternativas para continuar, a partir de una palabra que comenzó a hacerse habitual: las burbujas sanitarias.

En busca de resguardar un negocio de 2,400 millones de euros anuales, la mayoría televisivos, la UEFA puso en marcha una Final a Ocho de la Liga de Campeones en la burbuja de Lisboa, que se saldó con éxito y el triunfo del Bayern Múnich alemán, y un sistema similar para la Liga Europa en Alemania, ganada por el Sevilla.

La ACB, con la ‘Fase Final Excepcional’ de doce equipos en Valencia y la NBA, con la burbuja de Orlando (Florida) también terminaron en burbujas, pese a perder todos sus ingresos de público, parte importante de las cuentas de los clubes ACB, y un impacto de 1,140 millones de euros en la NBA entre entradas, patrocinios y la repercusión de la ruptura de un acuerdo con China, según ESPN.

La Euroliga, por el contrario, decidió dar por finalizada la temporada debido a las dificultades para reanudar un campeonato con equipos de varios países con restricciones diferentes, lo que ha supuesto un impacto del 30% en su cifra de negocio.

También funcionaron las burbujas en las tres grandes competiciones ciclistas por etapas: Tour, Giro y Vuelta lograron disputarse casi sin incidentes en el otoño.

Impulso a los ‘eSports’

La ausencia de deporte en directo puso los ojos de los aficionados del deporte en los ‘eSports’, desde los primeros días de encierro domiciliario, a partir del torneo solidario del videojuego FIFA con futbolistas de LaLiga organizado por el presentador Ibai Llanos, que recaudó 190,000 euros. Le siguió la patronal con ‘LaLiga Santander Fest’, que obtuvo otro millón. Todo eso se utilizó para traer 1.7 millones de mascarillas y material sanitario.

No fueron los únicos: FIBA aprovechó para hacer su primer torneo de selecciones en el videojuego NBA 2K, y la gran ventana del confinamiento fue la plataforma Twitch (Amazon), en la que han volcado sus partidas futbolistas como el delantero argentino del Manchester City Sergio Agüero, con 2.5 millones de seguidores, el portero belga del Real Madrid Thibaut Courtois, y al que entraron durante el año 2020 LaLiga, el Real Madrid, el Juventus o el PSG.

Todo esto se notó en los grandes números: las competiciones de videojuegos congregaron en el 2020 a más de 500 millones de espectadores, superando los 443 millones del 2019, con lo que rebasan ya al golf, que cuenta con 390 millones de seguidores, según datos de la consultora Deloitte.

Confinamiento dispara la demanda de material deportivo y bicicletas

Las repercusiones de confinamientos estrictos como los dispuestos en países como España e Italia llevaron a un incremento muy notable de las ventas de material para hacer ejercicio en casa, como bicicletas estáticas y rodillos. Plataformas de ciclismo digital como Zwift llegaron a tener picos de 35,000 seguidores pedaleando a la vez desde sus casas y conectados a su plataforma.

Con los desconfinamientos, llegó el ‘boom’ de las bicicletas en España, particularmente en las de primer precio, lo que provocó incluso el agotamiento de existencias en los modelos de iniciación. La herramienta de medición de rutas a pie Wikiloc llegó a registrar 80,000 rutas en todo el mundo en un solo día en mayo, y en países como España e Italia las carreras, caminatas o salidas en bicicleta superaron en un 30% a las previsiones, según Strava.

Los vendedores digitales deportivos en España han hecho un año récord: plataformas como Deporvillage prácticamente duplicaron sus ventas respecto el año anterior, casi 120 millones de euros frente a los 60 millones del 2019, y TradeInn ha alcanzado los 280 millones, frente a los 188 del año anterior.

La era dorada del documental deportivo

Otro efecto colateral de los confinamientos fue la demanda de contenido audiovisual, lo que coincidió con el estreno del documental deportivo ‘The Last Dance’ (Netflix) sobre la última temporada de Michael Jordan en los Chicago Bulls, que fue un rotundo éxito, congregando a más de 6 millones de espectadores en su estreno solo en Estados Unidos.

A esa ola se subieron también producciones españolas, como ‘El día menos pensado’ sobre el equipo ciclista Movistar, a lo que sumó Amazon con una ofensiva por el documental deportivo en su plataforma ‘Prime Video’ con protagonistas como Fernando Alonso, Fernando Torres, Carolina Marín o la segunda temporada de la serie sobre LaLiga. La plataforma también ha comprado partidos de la Premier League inglesa y de la Liga de Campeones para el mercado italiano.

El último gran ‘boom’ del audiovisual relacionado con el deporte ha sido la serie ‘Gambito de Dama’ de Netflix, basada en una novela sobre una jugadora de ajedrez que ha sido vista por más de 62 millones de hogares en su primer mes y ha multiplicado las ventas de tableros, libros y suscripciones a plataformas digitales.

El ‘annus horribilis’ de los centros deportivos en España

Las medidas de confinamiento y distanciamiento social han tenido un impacto gravísimo en los centros deportivos españoles, que han calculado un impacto de 1,246 millones de euros en su actividad, un 53% menos que en el 2019, debido a los meses de cierre y las aperturas con horarios y aforos reducidos.

Un impacto que ha sido de 4,616 millones de euros sobre el total la industria deportiva española, consecuencia del descenso de participantes en un 38.5% hasta los 1.3 millones de personas, según un informe de Asociación del Deporte Español (Adesp), la Fundación España Activa y el Consejo Superior de Deportes (CSD).

Ada Hegerberg, pionera

En el mes de junio, en plena pandemia, Nike anunció el fichaje de la futbolista noruega Ada Hegerbergm a razón de 1.3 millones de euros anuales durante 10 temporadas, un contrato histórico para el fútbol femenino, hasta ahora alejado de las grandes cifras que sí habían disfrutado las jugadoras de tenis o golf.

En España, el fútbol femenino que había logrado justo antes de la pandemia firmar el primer convenio colectivo de su historia, tuvo que dar por concluida la temporada en mayo sin acabarla, con el Barcelona como ganador, y retornó en octubre con el Real Madrid femenino en su primera temporada de pleno derecho. A nivel global, el 47% de las futbolistas han visto sus salarios cortados o suspendidos, según el sindicato FIFPro.

Grandes del fútbol europeo amenazan con la Superliga

El proyecto de la Superliga Europea volvió a sonar con fuerza en los últimos meses del 2020, tras el precedente del proyecto “Big Picture’ en Inglaterra, un intento por parte del Liverpool y el Manchester United que preveía ayudar a los equipos modestos del fútbol inglés a cambio de más poder para los nueve equipos más longevos en la Premier, rechazado finalmente por la Federación.

Poco después, la Superliga saltó a la palestra informativa con un supuesto acuerdo con el banco de inversión JP Morgan y 15 clubes europeos, al que siguió la declaración del presidente del Barcelona Josep María Bartomeu asegurando que habían aprobado sumarse a esa competición justo antes de dimitir, mientras el presidente de LaLiga, Javier Tebas, lo calificaba como “proyecto de barra de bar”.

En la mente de los ejecutivos del Viejo Continente figuran seguramente los 3,600 millones de euros menos en ingresos que calcula la Asociación de Clubes Europeos de fútbol (ECA) entre la pasada campaña (1,500 millones) y esta (2,100).

El presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, pidió este diciembre “nuevas fórmulas” para el fútbol europeo, que lo hagan “más competitivo, emocionante y fuerte”, sin referirse explícitamente a la Superliga, aunque en general se ha dado por sobreentendido. Un conflicto que heredará el 2021.

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