La CE prevé facilitar a la sociedad civil el que puedan presentar quejas sobre el incumplimiento de los compromisos de sostenibilidad.
La CE prevé facilitar a la sociedad civil el que puedan presentar quejas sobre el incumplimiento de los compromisos de sostenibilidad.

La Comisión Europea (CE) propuso sancionar, como medida de último recurso, a los países con los que firme acuerdos comerciales que no se atengan a la protección del clima, el medioambiente y los derechos laborales.

Prometimos hacer el comercio más sostenible y hoy lo estamos cumpliendo. Nuestros acuerdos comerciales nos dan peso en la escena mundial y apoyan el crecimiento económico y el desarrollo sostenible, pero a partir de ahora queremos convertirlos en un motor de cambio positivo aún mayor”, indicó el vicepresidente ejecutivo de la CE y responsable de Comercio, Valdis Dombrovskis, quien presentó la iniciativa.

La CE adoptó una comunicación (documento no legislativo) para reforzar la aplicación y el cumplimiento de los capítulos sobre comercio y desarrollo sostenible contemplados en los acuerdos comerciales que negocia a actualmente o los que concluya en el futuro.

En concreto, el documento identifica prioridades políticas y puntos de acción que pueden incrementar el enfoque de comercio y desarrollo sostenible con “una aplicación y un cumplimiento más sólidos”.

Pero, además, recurre al uso de sanciones comerciales en última instancia en caso de incumplimientos.

En primer lugar, la CE se propone negociar con los países socios objetivos “adaptados” y hojas de ruta con plazos definidos para obtener resultados más eficaces, así como intensificar la cooperación con los estados con los que negocie para que fomenten más el cumplimiento de normas laborales y medioambientales internacionales, incluso a través de asistencia técnica y financiera.

Además, haciendo hincapié en abrir nuevos mercados de importación y exportación de bienes y servicios ecológicos y materias primas, considera que puede “reducir las dependencias en el actual clima geopolítico”, tensado por la guerra de Rusia en Ucrania.

Por otra parte, la CE prevé facilitar a la sociedad civil el que puedan presentar quejas sobre el incumplimiento de los compromisos de sostenibilidad.

También propone ampliar la fase para la solución de diferencias entre países al capítulo de desarrollo sostenible de los acuerdos comerciales comunitarios, de manera que la parte que incumpla alguno de esos compromisos deberá explicar cómo aplicará la solución en un plazo determinado.

Pero, en última instancia y si no se resuelve el problema, la CE incluye la posibilidad de aplicar sanciones comerciales para los incumplimientos materiales del Acuerdo de París contra el cambio climático y de los principios laborales fundamentales de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

La Comisión recordó que todos los acuerdos comerciales modernos de la UE incluyen ya capítulos sobre comercio y desarrollo sostenible.

En ellos se exige realizar “esfuerzos continuos y sostenidos” para la ratificación de los convenios fundamentales de la OIT y su aplicación efectiva, así como de los acuerdos multilaterales sobre medio ambiente que cada parte ha ratificado, como el Acuerdo de París o el Convenio sobre la Diversidad Biológica.

Mercosur

Bruselas dejó claro que este nuevo enfoque no se aplica a los acuerdos cuya negociación ya está cerrada, como el acuerdo de asociación con el Mercosur (Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay).

Ese acuerdo, en concreto, está a falta de ratificar por las dudas, principalmente de Francia, de que Brasil cumpla con sus compromisos medioambientales, en especial que vele por evitar la deforestación del Amazonas.

No proponemos reabrir el acuerdo pero, como saben, estamos comprometidos con las autoridades del Mercosur“, en particular buscando “compromisos adicionales como en el área de la deforestación” antes de poder proponer la ratificación de ese acuerdo, un paso necesario por parte de la Comisión para que los Veintisiete se pronuncien sobre ello.

Dombrovskis especificó que, para los nuevos acuerdos, quieren “identificar las prioridades de sostenibilidad incluso antes de que comiencen las negociaciones”, a través de evaluaciones de impacto.

Consideró “esencial” poder centrarse en esas prioridades en las conversaciones con los países debido la diversidad entre ellos, citando como ejemplo a Nueva Zelanda o Indonesia.

Podemos acordar hojas de ruta adaptadas a las necesidades de nuestros países socios, con plazos e hitos claros. Esto también facilitará el seguimiento de los acuerdos una vez que entren en vigor”, concluyó.